En paralelo, el Consejo de Ministros aprobará este viernes un paquete de medidas contra Argentina que afectará a los ámbitos del comercio, la industria y la energía. Una de las opciones posibles, aún no cerrada, es la orden de protección del biodiésel español frente al argentino.
En la actualidad, la OMC está estudiando la posibilidad de formar un panel para recoger todas las denuncias contra Argentina y analizar la posible aplicación de medidas de retorsión, lo que, a efectos prácticos, equivale a sanciones concretas.
La organización no actúa sobre inversiones concretas de una empresa, sino sobre flujos comerciales. El caso de YPF, podría inscribirse en el ámbito de la prestación de servicios, en el que ya se han detectado incumplimientos por parte de Argentina.
Técnicamente, las prácticas de Argentina podrían afectar al régimen de preferencias arancelarias generalizadas, en el que participa el país en la actualidad. Estados Unidos ha retirado este régimen recientemente a Argentina por el incumplimiento de varios laudos arbitrales.
ACUERDO BILATERAL.
En paralelo, Repsol tiene la posibilidad de denunciar al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ante el tribunal internacional de arbitraje (Ciadi) a la luz del acuerdo recíproco de inversiones entre España y Argentina.
La competencia sobre este tratado la tenía hasta ahora España, pero con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa es la UE quien asume esta responsabilidad. El caso de YPF y el Gobierno argentino será uno de los primeros en los que las autoridades comunitarias deban defender el cumplimiento de acuerdos de este tipo conforme a las nuevas responsabilidades del Tratado de Lisboa.
Junto a esto, los grupos socialista y popular en el Parlamento Europeo han promovido que en el orden del día del pleno de hoy se trate el caso de YPF y se aborde una resolución en contra de la nacionalización decretada por parte del Ejecutivo argentino.
LOS INTENTOS DE SORIA.
Por otro lado, las fuentes explican que, tras su visita el pasado 28 de febrero a Argentina para intentar arreglar los desencuentros sobre YPF, el ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, hizo dos intentos en vano por escrito y otro vía telefónica de ponerse en contacto con el Gobierno argentino.
Soria había acordado con el ministro de Planificación y actual interventor de YPF, Julio de Vido, la creación de un grupo bilateral de trabajo sobre la petrolera argentino, pero no pudo contactar de nuevo con las autoridades del país.
Dentro de la representación española en los grupos de trabajo iban a figurar el secretario de Estado de Energía, Fernando Marti, y el director general de Política Energética y Minas, Jaime Suárez, así como un representante de la Embajada de España en Argentina.
El PSOE ve "lamentable" que Rajoy no les comunique las medidas que adoptarán
El secretario de Relaciones Institucionales, Políticas y Autonómicas del PSOE, Antonio Hernando, ha criticado que el Gobierno de Mariano Rajoy no haya llamado a su formación para comunicarles "formalmente y compartir las medidas que se van a adoptar" ante la decisión del Gobierno argentino de nacionalizar YPF.
En una entrevista en ABC Punto Radio recogida por Europa Press, Hernando ha considerado que "hubiese sido mucho más lógico que el presidente del Gobierno hubiese llamado al principal partido de la oposición para llegar a algunos acuerdos".
"Es absolutamente lamentable que a estas horas ni el Gobierno, ni el presidente, ni ningún ministro haya llamado al PSOE para comunicarnos formalmente y compartir las medidas que se van a adoptar en relación a YPF Repsol", ha valorado.
Al hilo de esto, ha recordado que su partido apoyó este martes al Ejecutivo de Mariano Rajoy para defender los intereses de la compañía española. Además, ha considerado que el Gobierno tiene que actuar con "firmeza e inteligencia" ante el "populismo" del ejecutivo argentino.
En este sentido, ha indicado que "algunos de los pasos" de los ministros tienen que ser "rectificados" y se ha referido a las palabras del ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, en las que decía que Argentina se había "dado un tiro en el pie". "No es un buen ejemplo", ha explicado.
A pesar de ello, ha reclamado al gobierno que actúe con "mucha frialdad", contando con los aliados y ejerciendo la "diplomacia con firmeza". "Que hable con la Unión Europea", ha solicitado.
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