El artista cursó estudios de diseño industrial en el Instituto Europeo de Diseño en Milán, y de diseño gráfico en el IDEP de Barcelona, además de Artes Aplicadas en la EAP de Sevilla. Se trata de su segunda exposición en solitario en la ciudad. La primera fue en 2009 , en la Galería G. P. 13. Entre sus aportaciones a muestras colectivas destaca su selección en Pintores para el 92; ha sido galardonado con los primeros premios de la Diputación de Sevilla y de la Caja San Fernando.
En la época dorada del barrio de Los Remedios, en la década de los ochenta, el artista realizó decoraciones de algunos locales míticos de la zona, como Las Riendas y Lamela, donde conjugó diseño de interiores con pinturas que adornaban los locales.
La Galería Concha Pedrosa abre una nueva línea de trabajo y apuesta por el realismo y la lírica de este artista. Posando ante sus obras, Lalo nos comenta aspectos de la exposición y de su carrera artística.
¿Cómo definiría su estilo pictórico?
–Mi obra se apoya claramente en el realismo, pero siempre buscando caminos que lleven a la lírica, tanto en la libertad de la composición como en el uso del color.
¿En qué consiste y qué ha querido contar en esta colección?
–Se trata de óleos sobre tela y óleos sobre papel en formatos medianos. Son obras realizadas en el año 2011, y algunas terminadas este mismo 2012. En realidad no hay un mensaje específico, sólo he tratado de plasmar lo que llevo dentro y lo que para mí significa la pintura.
¿Qué corrientes artísticas han influido en su obra?
–Todo el realismo y el impresionismo. Bebo de fuentes que nos han dejado artistas de la talla de Camille Pisarro, Jean Batiste Chardin y Velázquez.
¿Hay en Sevilla suficientes posibilidades para que los artistas se desarrollen?
–Creo que no. Yo tuve que emigrar para desarrollarme y es lo que han de hacer la mayoría de los artistas, no sólo sevillanos, andaluces en general.
¿De qué le han servido sus estudios de diseño a la hora de pintar?
–Soy pintor vocacional. Inicié estudios de diseño simplemente porque me parecía más comercial y con más salidas. Ahora he vuelto a mis orígenes. Estos estudios me han servido de mucho, sobre todo para dominar el interiorismo, donde puedo utilizar las dos disciplinas: por un lado diseño el espacio y, por otro, lo relleno con mis pinturas; esto me apasiona.
¿Por qué La Mirada Fugaz?
–A todos nos ha pasado alguna vez que hemos percibido algo de una forma fugaz, un instante tan rápido que no nos da tiempo a saber, con certeza, lo que hemos visto. No sabemos si algo tan fugaz era un paisaje idílico donde reina la armonía o era simplemente un tendedero de calcetines de colores al sol. Como resultado algo nos gustó sin pensarlo, sin reparar en nada. Así pienso que deberíamos ver las cosas y a las personas y así son también los cuadros. Tan bello puede resultar un saco retorcido de Millares como la más idealizada pintura holandesa Es sólo cuestión de dejarse arrastrar.
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