Tanto la Hispalense como la Diputación han dado su apoyo a esta iniciativa que llevará la cultura a las alturas de la ciudad. Sus dos azoteas son los espacios oficiales, ya que cumplen los requisitos para acoger actividades de carácter público.
La otra “pata del proyecto”, Redetejas, estará compuesta por todas aquellas azoteas privadas que quieran entrar a formar parte de la red. “El objetivo es que a través de la participación ciudadana se abran nuevos microespacios culturales”, explica Fernández, que remarca la importancia de que “los vecinos se responsabilicen de una programación cultural, ya que esta función siempre está dirigida desde instituciones u organismos”.
Redetejas también busca devolver a las azoteas “su función social, la de interacción entre los propios vecinos, e integrarlas para usos de carácter comunitario”.
Actividades
Primer paso, los requisitos legales
El pasado lunes tuvo lugar la primera actividad de la red, con un taller de legalidad de uso de azoteas. Un arquitecto, un abogado y un bombero explicaron los requisitos que se deben cumplir al respecto.
De Alamedeando al cielo de Sevilla
El colectivo la Matraka ya se ha encargado de organizar eventos como Alamedeando, un encuentro cultural que tras dos ediciones ha tenido que ser suspendido por la falta de apoyo institucional.
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