-Bartolomé, en estos veinte años desde su fundación, ¿qué ha conseguido exactamente el movimiento “¿Yo? ¡Producto Andaluz!”?
-No es fácil resumir en dos palabras los muchos sacrificios que nos ha costado y nos cuesta concienciar, en primer lugar al ciudadano andaluz, de la importancia de consumir los sanos y nutritivos productos del campo andaluz. Hacemos hincapié en que su consumo, en preferencia al consumo de los productos que vienen de fuera, generaría multitud de puestos de trabajo, lo que ayudaría a incrementar considerablemente la renta per cápita en Andalucía, con la consiguiente disminución del índice de pobreza. Aún nos queda mucho para alcanzar la meta, pero vamos consiguiendo que los productos andaluces tengan su puesto preferente en las mesas de las familias. Además, nos satisface comprobar que muchos empresarios de restaurantes se van mentalizando a consumir preferentemente los productos de la tierra andaluza. Con los supermercados y tiendas de alimentación sucede otro tanto.
-Si usted no hubiera fundado el movimiento, ¿se le hubiera ocurrido crearlo a otra persona?
-No cabe duda. El movimiento “¿Yo? ¡Producto Andaluz!” cubre una gran necesidad y tarde o temprano alguien lo hubiera inventado. Sin importar quién fuera la persona que lo creara, lo cierto es que si no se hubiera iniciado este movimiento, los productos andaluces serían una mera marca blanca en las grandes superficies. La fundación del movimiento “¿Yo? ¡Producto Andaluz!” resulta de vital importancia para favorecer el crecimiento de la economía andaluza.
-¿Cuáles han sido hasta ahora los productos andaluces promocionados con más ahínco?
-Todos los productos andaluces gozan para nosotros de la misma preferencia. No obstante, hay ocasiones en que, como buenos andaluces, debemos defender los productos autóctonos de los ataques foráneos. Por ejemplo, durante la famosa guerra del pepino, en que los alemanes lanzaron el bulo de que los pepinos españoles estaban gravemente contaminados, realizamos una campaña especial y repartimos gratuitamente más de tres mil kilos de pepinos entre por lo menos otros tantos miles de personas. Si realmente los pepinos que repartimos estuvieran tan pochos como decían, habría desaparecido gran parte de la población. Pero no, los pepinos andaluces resultaron y resultan ser de lo mejor que dan los campos de España.
-Al margen de promover los productos locales, ¿realizan alguna otra actividad complementaria?
-Básicamente nos limitamos a generar entusiasmo por los productos andaluces. También, cuando la ocasión verdaderamente lo requiere, colaboramos gustosos con causas de carácter benéfico. Por ejemplo, a raíz del terremoto de Lorca enviamos como ayuda a los damnificados, a través de Cáritas de Lorca, dos mil quinientos kilos de alimentos andaluces.
-¿Proyectos de futuro inmediato?
-Tenemos varios a la vista. El más inmediato e importante es que estamos preparando en Benalmádena la Feria Mundial de los Productos Andaluces, que durará una semana. Sus stands acogerán a unos ochocientos pueblos de Andalucía que expondrán lo más selecto de sus productos. Otro proyecto, que podríamos denominar “Andalucía siglo XXI”, es ofrecer una serie de ruedas de prensa por toda España, mostrando región por región la infinidad de cosas buenas que tiene Andalucía. Igualmente, y si se le puede llamar proyecto, hemos solicitado a la Junta de Andalucía la creación de una lotería paralela andaluza. Está recogido en los Estatutos que cada Autonomía puede crear su propia lotería, independiente de la Nacional. Pero lo más importante es seguir fieles al camino trazado y que resume nuestro slogan “¿Yo? ¡Producto Andaluz!”.
Apasionado de su Málaga natal, de la Andalucía toda y del Torremolinos donde ha forjado medio siglo de su vida y donde vio la luz su anhelado “¿Yo? ¡Producto Andaluz!”, Bartolomé Florido Luque es la viva estampa del luchador nato. A los 9 años de edad, en que sus tíos lo llevaron consigo de Málaga a Bilbao, descubrió que una persona podía comerse una naranja entera ella sola; y descubrió que podía calzar zapatos y no tan solo alpargatas. Andaluz de primera, así condecorado por toda una vida dedicada al servicio de Andalucía y de sus productos, Bartolomé Florido está propuesto para la Medalla de Andalucía por la Plataforma Ciudadana del mismo nombre. Nuestro hacemos su lema, que debiera escribirse con letras de oro sobre los frontispicios todos:
“¿Yo? ¡Producto Andaluz!”.
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