“No estamos dispuestos en ningún caso que las diferencias de gestión de la entidad se paguen sobre las espaldas de los trabajadores”, anuncian desde CCOO, que señalan directamente, como el resto de los sindicatos, a Antonio Pulido y Enrique Goñi como responsables de la situación de la entidad. “Si existe mala gestión, quienes deben pagar son los gestores, no los trabajadores”, dicen.Según anunció Banca Cívica en la mesa laboral, el plan de negocio de la entidad pretende reducir los costes de personal en 150 millones de euros y los de gestión, en 70 millones.
La entidad cree “necesario el cierre de 156 oficinas y la salida de 1.480 personas, de las que 450 serían de servicios centrales, 970 de oficinas y 60 de las de apoyo a la red” hasta 2014. Además, 400 de estas salidas deberán cerrarse antes del 31 de marzo y se plantean como “rescisiones puras y duras”.Todas las centrales sindicales -CCOO, UGT-Sibac, ELA, LAB y CGT- han rechazado de lleno el anuncio de la entidad, considerado como “infame” por los trabajadores, que exigen que se cumpla el acuerdo laboral de integración fijado con la entidad y que continúa en vigor.
Aunque la entidad insiste en afirmar que “se sigue negociando” y que no se adoptará ninguna medida sin el consenso con los sindicatos, éstos ya se han levantado de la mesa laboral al considerar que no se cumplen los acuerdos laborales, además de la falta de concreción del banco.
Los sindicatos insisten en que el anuncio no obedece a ningún plan de negocio “que justifique” esas medidas ni el cómo y el cuándo abordarán esas salidas, tampoco las medidas alternativas a los despidos, ni las condiciones ni indemnizaciones que se aplicarán a estos últimos, más aún cuando las prejubilaciones casi se agotaron en el anterior acuerdo laboral.
Los sueldos siguen estratosféricos
Banca Cívica aún no ha revelado cuándo hará efectiva la reducción del sueldo de los copresidentes a 600.000 euros, limite impuesto por el Gobierno al haber recibido 977 millones del FROB. Ambos comunicaron que cobraban 900.000 euros, a los que no sumaron la bonificación por objetivos, ni la cláusula de blindaje ni el seguro de vida de 5,2 millones de ambos.
900 millones pedientes de las polémicas preferentes
Banca Cívica-Cajasol no sólo está en el ojo del huracán por su recorte de plantilla: es una de las ocho entidades denunciadas por Adicae por “engañar” a los ahorradores con la emisión de participaciones preferentes, un producto de riesgo y sin garantías que ha sido adquirido en una gran parte por clientes que desconocían su toxicidad y que han visto cómo sus ahorros están “atrapados” en un producto cuyo canje depende de la entidad y cuya rentabilidad deja mucho que desear de la anunciada.
Unos 16.000 clientes tienen sus ahorros “atrapados” en la entidad.Banca Cívica posee 900 millones de euros en participaciones preferentes, que le fueron útiles para capitalizarse y ofrecer una buena imagen de solvencia.
La presión de los afectados, las advertencias de los organismos reguladores y los cambios normativos han obligado a Banca Cívica a presentar una oferta de canje por estas participaciones preferentes, aunque inicialmente sólo afectará a 700 millones, a las emitidas por las cajas (Cajasol, Caja Navarra, Burgos y Canarias) y se estudia si serán canjeados por bonos convertibles o acciones. Aún así, lo importante del canje es si se respeta el valor nominal o no de la participación preferente.
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