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España

Las abuelas le ganan una nueva demanda a Unicaja

Un perito propuesto por el juzgado y no de parte será el que analice el estado actual del centro y determine si está ruinoso

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  • Las abuelas. -
Las cuatro ancianas que permanecen en la residencia Marymar de Benalmádena han vuelto ha ganarle una nueva batalla judicial a la Obra Social de Unicaja. En esta ocasión, la jueza de Primera Instancia 5 de Torremolinos ha desestimado la petición de la entidad de permitir el traslado forzoso de las cuatro abuelas a otro centro de Unicaja aduciendo que estaban incapacitadas para decidir por sí mismas. La magistrada no sólo las considera “perfectamente capaz de decidir” sino también que la residencia Marymar es “adecuada” para atenderlas.

La sentencia, notificada a las partes el 16 de enero, forma parte de las demandas presentadas por Unicaja para dar por extinguido el contrato indefinido “por desestimiento unilateral” emprendido por la entidad para dar por cerrada de forma unilateral esta residencia de ancianos.

Antes, el 12 de diciembre, otro juzgado, el 4 de Torremolinos, desestimaba la petición de la entidad que preside Braulio Medel para desahuciar a las cuatro ancianas de manera preventiva, extremo que no fue recurrido por la entidad.

Unicaja ha mantenido que el estado de deterioro del edificio obliga al cierre de la residencia y que el resto de los residentes se han marchado de forma voluntaria, alcanzando acuerdos con la entidad.
Con respecto a estas cuatro residentes, que se mantienen en el centro desde que fue cerrado por Unicaja en julio acogiéndose al contrato indefinido que tienen firmado con la Obra Social, la entidad ha declinado entrar en declaraciones valorativas y siempre ha considerado que, al no llegar a un acuerdo con las residentes y sus familiares, serán los tribunales los que decidan.

Así, los juzgados de instrucción 4 y 5 de Torremolinos han desestimado las dos peticiones hasta ahora juzgadas, la de desahucio cautelar y el traslado forzoso a otro centro por la incapacidad de las residentes.

En este último caso, la sentencia deja claro que el informe de la médico-forense confirma que las residentes, a pesar de su deterioro físico por enfermedades varias o edad- son “plenamente conscientes” de sus decisiones sobre el ingreso y mantenimiento en la residencia, además de manifestar cómo la residencia es el centro “adecuado para atender sus necesidades, tanto en lo referente a personal como a medios”.

Precisamente el estado del centro será objeto próximamente de análisis en otra de las piezas de la demanda principal en la que Unicaja busca dar por extinguido el contrato de las abuelas.

Así, frente al informe de parte presentado por Unicaja sobre el estado del edificio, será un perito designado “insacula” (por sorteo) por el juzgado el que elabore un informe que determine si el centro está o no en una situación de ruina.

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