Y como si de una guerra local se tratara, se establecían dos bandos diferenciados. En uno, los que están a favor del Gobierno tripartito. En otro, los que defienden un pacto de izquierdas.
Los primeros elogian “la transparencia” del actual equipo de Gobierno y rechazan la idea de que vuelva a regir la ciudad el que ellos consideran “un alcalde corrupto”. Los segundos critican la “incompetencia” del tripartito y piden a gritos un cambio de Gobierno que haga salir a Chiclana de la “ruina” en que se encuentra. Dos posturas, sin duda, irreconciliables.
La opinión en la calle
Y eso se dejó ver en las concentraciones que ambos bandos llevaron a cabo el miércoles, antes de que el PSA celebrara su asamblea local. A primera hora de la mañana, y pese a la lluvia que caía en ese momento, casi un centenar de chiclaneros se concentraban a las puertas del Ayuntamiento para mostrar su apoyo a la moción de censura e intentar influir sobre los militantes del PSA para que apoyasen un cambio de Gobierno. Colectivos como la Plataforma por Chiclana, AVV Los Llanos, Antonio Machado, Las Molineras, El Torno, la Federación de Pensionistas Jubilados de UGT, partidos como el DIPA, entre otros, (en total casi una treintena de colectivos), exigían la marcha de Marín y Butrón del equipo de Gobierno. “No podemos aguantar más esta situación, la moción es la única solución para acabar con la ruina que Marín y Butrón nos han traído”, aseguraba Toñi Rodríguez, representante de la AVV Los LLanos.
Mientras esto sucedía por la mañana, por la tarde, minutos antes de que se celebrara la reunión de la militancia del PSA, se llevaba a cabo otra concentración en la Alameda Lora, que consiguió reunir, al igual que en la anterior, a un centenar de personas. En este caso, colectivos como Chiclana Solidaria centraban sus críticas en el anterior alcalde, José María Román, y en la edil del PSA, Mari Ángeles Polanco, a la que acusaban de “traicionar” a los chiclaneros. Los asistentes desplegaron una pancarta en la que se podía leer “Sí a la democracia, no a la corrupción”.
A la vista de lo acontecido, resulta más que evidente que los principales afectados por la situación política actual están siendo los ciudadanos que, de una u otra forma, demandan a gritos el cese de la lucha política. De lo que se trata, dicen los que no se posicionan ni a uno ni a otro lado, es de que la ciudad “despegue” ya sea pilotada por unos o por otros.
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