A pesar de que todas las quinielas le situaban en la Secretaría de Estado de Justicia, él mismo fue quien rechazó el cargo, según ha explicado por considerar que no tenía las características adecuadas para el puesto.
Sin embargo, tampoco ha querido seguir en el Consistorio con la nueva primera edil, Ana Botella, sino que ha asumido el encargo de coordinar la gestión de Ifema, asesorando al actual director general de la entidad, Fermín Lucas, de quien fue jefe en su etapa en la Comunidad de Madrid.
Así, quien se definió a sí mismo como "esclavo moral" de Gallardón separa su destino de su eterno jefe y amigo, a quien ha defendido en los momentos de más tensión con su partido y, sobre todo, con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre.
Entre los encontronazos más sonados se cuenta, sin duda alguna, la presentación de su candidatura en 2004 para alzarse a la Presidencia del PP de Madrid, órdago que finalmente fue desactivado al no conseguir los avales necesarios para continuar en el proceso pero que sembró el germen para desencuentros posteriores.
Cinco años más tarde, las tensiones volvieron a cuenta de un presunto caso de espionaje por parte de lo que calificó de "gestapillo" de funcionarios de la Comunidad de Madrid a varios dirigentes 'populares', entre ellos el propio Cobo, y que el vicealcalde llevó ante los tribunales, aunque acabó retirando la denuncia por petición de su partido.
Además, el proceso de designación de un nuevo presidente para Caja Madrid abrió de nuevo la caja de los truenos. Tras semanas de rumores y rifirrafes en la sombra, la 'mano derecha' de Gallardón realizó unas polémicas declaraciones en una entrevista en 'El País' en las que acusaba a Aguirre de situar a Rodrigo Rato, el mejor posicionado para dirigir la entidad bancaria madrileña, en un "escaparate de cloacas y ambiciones".
Además, criticó a la presidenta regional por "intervencionista" y consideró que era "de vómito" lo que estaba sucediendo en esos momentos, palabras que provocaron su suspensión temporal de militancia durante casi un año.
SERVICIOS RECOMPENSADOS
No obstante, la lealtad mostrada por Cobo hacia Gallardón durante todos los años que hace que se conocen no ha caído en saco roto, y el ahora ministro ha contado con 'Manolo', como le llaman los más cercanos, en todas las candidaturas a las que se ha presentado.
Así, le acompañó entre 1991 y 2003 como diputado en la Asamblea de Madrid tanto en la oposición como al llegar al Gobierno autonómico, cuando le nombraron portavoz del Grupo Parlamentario (1995-1999) y consejero de Presidencia (1999-2003) --con la responsabilidad de Hacienda también durante el año 2000-- y portavoz del Ejecutivo regional (2001-2003).
En 2003, Cobo volvió a seguir los pasos de su jefe de filas y fue incluido en las listas con las que el PP concurrió a las elecciones municipales de la capital. Tras ganar, de nuevo por mayoría absoluta, el recién nombrado regidor se inventó para él la figura de vicealcalde, al amparo de la nueva Ley de Capitalidad.
En las últimas dos legislaturas, Cobo ha sido vicealcalde y portavoz tanto del Grupo Municipal Popular como del Gobierno local, y también ha dirigido las últimas campañas electorales de Gallardón. Desde 2008 es, asimismo, miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP.
LEONÉS Y MADRIDISTA
Nacido en Ponferrada (León) en 1956, Cobo estudió Derecho y se especializó en el área empresarial con un máster en Administración y Dirección de Empresas. Sin embargo, los últimos 20 años ha estado alejado del mundo empresarial y centrado en la política.
Casado y padre de cuatro hijos de los que se siente "muy orgulloso", el vicealcalde es un apasionado del deporte en general y del fútbol en particular --raro es el partido del Real Madrid en que no se le ve en el palco del Santiago Bernabéu--, así como de las motos.
De hecho, a finales del pasado mes de agosto sufrió un accidente de moto volviendo a su casa que mantuvo a sus compañeros, amigos y familiares en vilo durante varias horas, aunque el incidente se saldó con varias costillas rotas y contusiones por todo el cuerpo que, sin embargo, no lograron mantenerle alejado de sus responsabilidades por mucho tiempo.
Hablador, simpático y bromista, despierta tantas pasiones como odios, aunque sus colaboradores más cercanos, que llevan en muchos casos dos décadas a su lado, lo definen como un "buen amigo".
En los últimos años, el proyecto que ha provocado sus desvelos ha sido la candidatura olímpica, primero en 2012 y luego en 2016. No en balde, como responsable de Deportes en el Consistorio ha llevado el peso de gran parte de la Oficina Olímpica y de la lucha por conseguir unos Juegos para Madrid.
A partir de ahora, sin embargo, se mantendrá al margen de la nueva aventura para 2020, tal y como él mismo ha declarado, aunque seguirá "hablando" con Ana Botella para ayudarle en el tránsito de un equipo a otro, aunque también tendrá más tiempo para disfrutar de una familia a la que su "amigo" Gallardón ha quitado la mayor parte del tiempo en estos últimos 20 años.
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