Tres de los que aún están sin luz desde el pasado sábado a las 22.20 horas son de la localidad malagueña de Arenas y los 43 que recobraron ayer la normalidad sobre las 14.00 horas, según han informado a Efe fuentes de la compañía eléctrica Endesa.
Dos noches han pasado sin electricidad, lo que ha llevado a los que podían hacerlo a combatir las bajas temperaturas calentándose en chimeneas.
Otro millar de clientes recuperó el servicio la noche del domingo tras 26 horas de interrupción en pleno temporal de nieve y 80 ayer por la mañana.
Tras la interrupción del suministro del pasado sábado, se recuperó el servicio para una parte a los ocho minutos y los perjudicados disminuyeron ya hasta 1.200.
Surgieron problemas en varios tramos de línea y los operarios tuvieron dificultad de acceso para arreglarlos por la nieve acumulada, ya que hay zonas donde ni las máquinas quitanieve entraban, pese a lo cual algunas brigadas accedieron a reparar las averías a pie a lo largo de varios kilómetros al no poder hacerlo con vehículos.
Canillas de Aceituno ha sido la localidad más afectada por esta interrupción, que llegó a alcanzar en ella a un millar de clientes, y también tuvieron el mismo problema en Alcaucín, Canillas de Albaida, Sayalonga y Árchez, todas poblaciones de La Axarquía, y la granadina de Alhama de Granada.
La mayoría de los vecinos que recuperaron el servicio eléctrico anoche lo hicieron gracias a dos grupos generadores electrógenos instalados en Canillas de Aceituno a las 00.15 horas de ayer para proporcionar suministro a la Guardia Civil y gran parte del pueblo.
La nieve ha sido la causa de los problemas surgidos con el abastecimiento eléctrico, algunos de los cuales originaron, a su vez, otras dificultades, según Endesa, que precisa que se produjo una avería en la línea eléctrica de media tensión denominada "Alhama", que pertenece a la subestación "Torremar".
Entre 1.100 y 1.200 abonados de Canillas de Aceituno y cinco localidades más de la comarca permanecieron sin luz desde el sábado hasta la noche del domingo.
La intensidad de esta nevada no se recuerda por los vecinos de la zona desde hace medio siglo y obligó a la intervención de máquinas para quitar la nieve.
En Alcaucín, según su alcalde, José Manuel Martín, el espesor de la nieve llegó el domingo en el casco urbano a veinte centímetros, lo que impidió poder desplazarse en coche, mientras que a un kilómetro del casco urbano alcanzó el medio metro, lo que atrajo a numerosas personas desplazadas hasta la localidad para contemplar un paisaje no habitual en una jornada también con cortes de carretera.
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