Básicamente, consiste en que las personas mayores voluntarias de la localidad enseñen los juegos tradicionales a los jóvenes de Chiclana como forma de fomentar valores como la solidaridad, el compañerismo, la comunicación, la tolerancia, la cooperación, etc., frente a valores más individualistas.
Como gran novedad, este año ha destacado que el programa ha sido reconocido con uno de los premios Generaciones Unidas, que concede el Imserso con un jurado que está formado por representantes del Imserso, la Universidad de Granada, las Direcciones Generales de Mayores de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura, y la Fundación Cajasol. El premio está dotado con 7.000 euros.
El jurado ha considerado como méritos más destacados de dicho proyecto “ser un programa intergeneracional muy bien asentado en el municipio, en estrecha colaboración con todos los centros escolares, con vocación de expansión y con ideas claras acerca de cómo mejorar su calidad”.
El programa se desarrolla en los centros escolares de la localidad, con una participación del 100%. Los juegos tradicionales han sido rescatados mediante conversaciones amenas con nuestros mayores, los cuales participan en toda la campaña, ya que se trasladan a los centros educativos y enseñan a los menores, con ayuda de la monitora, los diferentes juegos a los que jugaban de pequeños como las chapas o los cromos.
El encuentro intergeneracional entre mayores y niños enriquece el proyecto, ya que lo hace más realista, divertido y educativo. Los resultados se han compilado en un libro-DVD en el que los protagonistas relatan y escenifican los juegos.
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