En la segunda y última jornada del juicio, que ha quedado visto para sentencia, Carballo ha señalado que la acción criminal buscaba "el mayor daño mortal posible a la primera industria española", en referencia al turismo, y "una repercusión de terror no sólo nacional sino también internacional", ya que coincidió con la Cumbre Europea de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebraba en Sevilla.
El representante del Ministerio Público ha recordado que los dos acusados --Óscar Celarain Ortiz, 'Peio', y Andoni Otegi Eraso, alias 'Iosu'-- ya están condenados por "una pléyade de atentados" en virtud de "una cronología terrorífica", y ha señalado que el de Fuengirola era un atentado enmarcado en "la tétrica campaña de verano" de la banda, "como sarcásticamente la denomina ETA".
"El atentado buscaba el mayor daño mortal posible y es un auténtico milagro que en la zona donde se produjo no hubiese no una muerte sino muchas muertes", ha señalado el fiscal durante la exposición de su informe definitivo de conclusiones.
"ESTO SE TIENE QUE SOLUCIONAR"
Los dos acusados han guardado silencio durante su turno de última palabra. En la sesión del jueves, Otegi se negó a reconocer la autoridad del tribunal que le juzgaba aunque añadió que en la actualidad se viven "tiempos en los que esto se tiene que solucionar".
"La Audiencia, hasta ahora, está protegiendo la presión que está siendo ejecutada en el País Vasco. Son tiempos en que esto se tiene que solucionar, por eso no reconozco este juicio ni al tribunal", delaró. señalado el etarra en euskera en contestación al fiscal Miguel Ángel Carballo, que le preguntó si pertenecía a la "banda criminal y asesina ETA".
Su compañero en el banquillo de los acusados, Óscar Celarain Ortiz, 'Peio', se ha limitado a indicar en euskera que no iba a "tomar parte" en la vista oral porque la Audiencia Nacional no tiene "ninguna legitimidad" para juzgarle.
El coche bomba frente al hotel 'Las Pirámides' de Fuengirola (Málaga) y causó heridas a seis personas, entre ellas un menor de 16 años y un agente de la policía en prácticas.
Otegi aprovechó otro juicio celebrado el 23 de septiembre de 2010 por un atentado cometido en Marbella (Málaga) en 2001, para pedir al tribunal que pusiera "facilidades en el proceso para superar este conflicto político" y terminara con "la negación y el sufrimiento de todos estos años". Esas declaraciones se produjeron tres semanas después de que la banda terrorista anunciase que desde hacía varios meses había "suspendido sus acciones armadas ofensivas".
"ESCENARIO DE GUERRA"
Durante la primera jornada del juicio oral comparecieron los policías que se encontraban de servicio cuando se produjo el atentado y algunas de las víctimas que lo sufrieron. "Cuando llegué era como un escenario de guerra, todo tenía un estado lamentable", ha dicho un agente. "Se recogieron objetos del coche bomba en la playa, que estaba a más de 120 metros", apuntó otro.
Otra testigo declaró que cuando se produjo la explosión "un trozo de coche entró por la ventana" de su casa y se desplomó el techo del baño, en el que se encontraba su hija. "Desde entonces tiene ataques de ansiedad", ha apuntado.
El fiscal atribuye a los dos procesados seis delitos de tentativa de asesinato por cada uno de los heridos en el atentado, uno de estragos terroristas y otros dos de falsedad de documento y robo de vehículo a motor.
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