Con su trabajo en Dreamgirls, el musical dirigido por Bill Condon inspirado en la historia de The Supremes, logró su única nominación al Oscar. Pero la estatuilla al mejor actor de reparto fue a parar a manos del veterano Alan Arkin por Pequeña Miss Sunshine. Entonces Murphy, ni corto ni perezoso, se levantó de su butaca y abandonó la sala. Esta vez será distinto y le tocará aguantar la gala hasta el final.
"Tengo muchas ganas de hacerlo y prometo que voy a estaré allí toda la noche", dijo Murphy durante una rueda de prensa celebrada con motivo del estreno de su nueva película, Un golpe de altura, la comedia que protagoniza junto a Ben Stiller.
Pero la mayoría de preguntas de los periodistas tenían como objetivo su labor como presentador de los premios de la Academia. Una tarea que, a pesar de las duras críticas que recibieron sus antecesores James Franco y Anne Hathaway, parece que al Superdetective en Hollywood no le quita el sueño.
"LOS OSCAR SON DIVERTIDOS"
"Los Oscar son algo divertido. No siento la presión, solo tengo que presentar a la gente y mantenerme en pie. Y tal vez haga un par de sketches tontos o algo así", apuntó un relajado Murphy que, en todo caso, reconoce que habrá "mil millones de personas" mirándole en ese momento.
Además, el actor confesó que todavía no tiene nada preparado para la presentación de la ceremonia porque "todavía nadie sabe quienes son los nominados". La 84ª ceremonia de premios Oscar se celebrará el domingo 26 de febrero del 2012 en el Kodak Theatre de Los Angeles.
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