Hay que sumar como otro de los grandes pilares la potenciación de la iniciativa privada.
Buena parte de las medidas que incorporará el texto, cuya redacción ha coordinado el dirigente Baudilio Tomé, ya las ha anunciado el presidente del partido, Mariano Rajoy, durante los foros sectoriales sobre empleo, reforma de la administración y pymes celebrados en el pasado septiembre.
Será un programa de espíritu reformista que incidirá siempre en un mismo objetivo: la creación de puestos de trabajo.
No habrá en este sentido promesas sobre aspiraciones o cifras, pero sí una serie de propuestas para dejar claro que el PP, si gobierna, impulsará una serie de reformas en muchos órdenes.
Una de las principales será la del mercado laboral, que los populares quieren cambiar de arriba abajo porque creen, recuerdan las fuentes consultadas, que la del Gobierno no ha dado ningún resultado, sino al contrario: ha incordiado el urgente desarrollo de nuevas condiciones laborales.
Aunque ninguna fuente lo confirma, parece probable que se incluirá en el programa la instauración del concepto de productividad como factor esencial para regular los salarios.
Ésta fue una de las principales iniciativas que defendió el exministro de Economía y actual presidente de Bankia, Rodrigo Rato, durante el Foro de Empleo de Las Palmas, y si bien Rajoy no compartió la propuesta en su intervención posterior, varios dirigentes la asumieron como adecuada y apuntaron a su conveniente inclusión en el programa.
También constará la defensa de la primacía de los convenios de empresa, de forma que estos se negocien preferentemente en el seno de la propia entidad, así como la tendencia hacia un contrato único, ya que resulta clave para los populares acabar con la dualidad de contratos fijos y contratos temporales.
El PP pondrá énfasis en el ajuste del sector público. Los mandatarios del partido de Rajoy viene recurriendo en las últimas fechas al término ajuste para describir su afán reformista, y no al de "recorte".
Habrá más controles previos de gestión, pactos por la austeridad con las comunidades, una nueva ley de unidad de mercado, menos burocracia, menos leyes y menos reglamentos, y una novedosa apuesta por la transparencia de todo lo que ingresen y gasten las administraciones.
Unas administraciones que adelgazarán; esto lo reconocen todas las fuentes del PP consultadas.
La administración que quiere Rajoy contará con menos empresas públicas, menos fundaciones y menos consorcios, en la línea de la actuación que varias autonomías "populares" están promoviendo.
Con el fin de potenciar la entrada de capital privado en el ámbito empresarial, el PP dará facilidades para crear "business angels" -agentes que consiguen financiación privada para una idea innovadora- y fondos de capital semilla para nuevos proyectos con aportaciones públicas y privadas.
La política fiscal huirá del aumento de la presión impositiva, y así se rebajará el tipo de sociedades para las pymes, se incluirán exenciones para modernizar las empresas y se tributarán a la baja los beneficios que se destinen a la innovación.
Asimismo, como anunció Rajoy en Valencia, el Estado dará una ayuda de 3.000 euros a los autónomos que contraten por primera vez.
El programa de la Convención de Málaga se divide de la siguiente forma, según ha aclarado este lunes el vicesecretario Esteban González Pons en conferencia de prensa.
Arrancará el evento con debates sobre la estabilidad económica, las reformas y la creación de empleo; seguirá otro sobre política exterior.
La defensa del estado de bienestar dará comienzo a la jornada del viernes, y tras dicho debate se sucederán otros sobre la modernización de la administración, la regeneración política e institucional y la educación.
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