Ahora, el programa El Intermedio, de La Sexta TV, ha estrenado una nueva sección sobre rotondas con un reportaje en clave de humor sobre el mencionado mojón de Mazinger, así como el motivo por el que los ciudadanos, ante el desconocimiento del sentido del monumento, le dieron su propia interpretación.
En este caso, se entendió su retorcida forma como una evocación algo escatológica, que los ciudadanos, por estar hecho de acero, entendieron que debía haber salido de las entrañas de Mazinger Z, entonces muy popular por la serie de televisión.
Pero no es este el único caso en el que el imaginario popular pone y quita nombres, ya se trate de monumentos, calles o zonas de la ciudad. En Algeciras hay varios casos más que ilustran esta capacidad ciudadana de rebautizar elementos propios de la ciudad.
Entre esos muchos encontramos el Monte Kung Fu, un pequeño parque situado en la avenida Virgen del Carmen, bautizado así también por la popularidad televisiva. Otras serie que se hizo popular en la España protodemocrática, La frontera azul, sirvió para dar nombre a toda una barriada algecireña, entonces alejada, y que fue nombrada como Liang Shan Po.
Las calles Ancha o Convento, la Cuesta del Piojo, el Hoyo de los Caballos o el Llano Amarillo son otros de los ejemplos de la tendencia algecireña a poner nombres asumidos popularmente a elementos de la ciudad, cuyo verdadero nombre y sentido acaban difuminándose.
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