Así lo manifestó ayer el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, tras reunirse con el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ayer continuó la ronda de contactos con los responsables de las comunidades, que concluirá hoy con el representante de Baleares, Francesc Antich.
Además de con Revilla, que se mostró razonablemente satisfecho tras la reunión, Zapatero recibió ayer al presidente riojano, Pedro Sanz, quien criticó que todavía no haya cifras encima de la mesa; y al de Canarias, Paulino Rivero, quien condicionó el apoyo de su comunidad al reconocimiento en el modelo del hecho diferencial del archipiélago.
La próxima semana se llevarán a cabo nuevas reuniones bilaterales entre los consejeros de Hacienda y el Ministerio de Economía para concretar las cifras del sistema que corresponderán a cada comunidad.
Tras la reunión, Revilla afronta con tranquilidad la reforma del sistema porque Zapatero le ha garantizado que se tendrá en cuenta la dispersión y el envejecimiento de la población y que habrá más dinero para todas las comunidades.
Por su parte, Pedro Sanz lamentó que Zapatero no le haya concretado más las cifras y le ha pedido multilateralidad en la negociación.
Sanz tiene la sensación de que Zapatero “quiere conceder todo a todos para que todos quedemos contentos o para taparnos la boca”, por lo que se quejó de que el tripartito catalán haya marcado la agenda.
Tras ambos encuentros, el Gobierno, en un comunicado, reiteró su deseo de compensar a las comunidades que aun teniendo una renta per cápita superior a la media, registren una evolución demográfica por debajo de la media.
Sobre la petición de multilateralidad del presidente riojano, el Gobierno aseguró que ha afrontado la reforma con ese criterio y con el objetivo claro de transparencia.
Ya por la tarde, el presidente de Canarias, Paulino Rivero, resaltó la “receptividad” para incluir en el modelo las singularidades de las islas, pero fijó como condición indispensable para su apoyo al nuevo sistema el reconocimiento del “hecho diferencial”.
Mientras, el líder del PP, Mariano Rajoy, aseguró que recomendará a los presidentes autonómicos de su partido que defiendan sus intereses en la negociación del modelo, pero dejó claro que él y sus diputados velarán por el interés general, como también debe hacerlo, dijo, el presidente del Gobierno.
Rajoy calificó la negociación de “auténtica comedia de enredo donde a uno se le dice una cosa y al otro la contraria” y un “enorme desorden” porque durante la misma se han anunciado hasta cinco fondos diferentes.
Advirtió de que España no puede gastarse lo que no tiene y endeudarse hasta el infinito con modelos que pueden llevar al país al “empobrecimiento”.
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