Las obras de ampliación de Fibes que lleva a cabo la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Acciona, Heliopol e Inabensa se han “ralentizado”, sólo se trabaja en el interior, pendientes de que el Ayuntamiento abone los ocho millones de euros en certificaciones ya ejecutadas.
El Gobierno municipal sólo habla de los doce millones que aún quedan por negociar y que quiere conocer al detalle. Sólo se pagarán las facturas que estén “absolutamente justificadas”, aseguraba ayer el delegado de Urbanismo, Maximiliano Vilchez, apuntando que la UTE aún no le ha entregado el informe detallado que le solicitó en julio y que debía estar en su mesa en septiembre.
“No estamos dispuestos a seguir desembolsando dinero sin ningún control presupuestario”, decía Vilchez recordando los cien millones por los que va el proyecto, presupuestado en 66. Y de paso, también ha solicitado una explicación sobre los desprendimientos de aluminio en el nuevo auditorio.
Tampoco parece que dará “ni un euro más” la Diputación de Sevilla a ternor de las palabras de su presidente, Fernando Rodríguez Villalobos, que recordaba que no participaron en el proyecto de ampliación.
El turismo clama contra el bloqueo
La Asociación Sevillana de Empresas Turísticas considera que para el sector es una “baza fundamental” el desbloqueo de la situación y pide a Juan Ignacio Zoido que se implique “de manera decidida” para culminar las obras lo antes posible.
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