Unos 300 trabajadores, 60 propios de la compañía canadiense y el resto trabajadores locales, han trabajado de forma perfectamente coordinada para levantar simultáneamente los más de 100 postes de acero que componen la estructura de la gran carpa, que se apoya sobre cuatro mástiles de 25 metros de altura.
El recinto cubierto, con un diámetro de 51 metros y capacidad para 2.700 personas, es el epicentro de toda una ciudad con ruedas, que incluye taquillas, oficinas, una escuela propia y la cocina que da servicio de comidas a todo el personal. Hacen falta 80 camiones para transportar las más de 1.000 toneladas de equipo.
Tras el levantamiento de la carpa, aún quedan por instalarse las gradas, la estructura lumínica, el gran escenario compuesto por dos plataformas giratorias de 32 metros de largo cada una y el elegante telón de 17 metros de ancho decorado con acuarelas. Todo este trabajo, no obstante, no es problema para Eduardo Disalvo, jefe de carpa de la compañía circense, quien asegura que para el día 7 de septiembre, cuando comiencen las funciones “todo estará perfectamente acabado y decorado. Trabajaremos en turnos de día y noche para ello”.
Homenaje al circo clásico
Sevilla es la última ciudad española de la gira 2011 del Circo del Sol que, hasta el 16 de octubre, representará ‘Corteo’ (cortejo en italiano), un espectáculo que narra el funeral de un payaso de circo de finales del siglo XIX, con una ambientación, pero bañado por la visión onírica del Circo del Sol. Creado y dirigido por Daniele Finzi Pasca, cuenta con la actuación de 65 artistas, que realizarán números de acrobacia y danza como ,’la báscula’ o el llamado ‘vasos de cristal y cuencos tibetanos’.
Las entradas para ver el espectáculo, de dos horas y media de duración, oscilan entre los 35 y los 175 euros, aunque hay descuentos para niños y jubilados. Hasta mediados de octubre, el sevillano tiene así la posibilidad de disfrutar con la magia de ‘Corteo’.
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