El acusado A.A.R., de 59 años y vecino de Irún (Guipúzcoa), fue detenido el 24 de febrero de 2009 en el aeropuerto sevillano de San Pablo, donde un control rutinario de su maleta mediante rayos X permitió localizar la droga, valorada en 173.795 euros, escondida dentro de ocho tornillos metálicos de gran tamaño.
La sentencia del Supremo confirma el veredicto anterior de la Sección Primera de la Audiencia de Sevilla y rechaza todos los motivos de recurso del acusado, si bien en aplicación de la nueva redacción del Código Penal para delitos de narcotráfico rebaja la pena desde los nueve años y un día impuestos por el tribunal sevillano a seis.
A.A.R. fue detenido tras desembarcar de un vuelo procedente de Buenas Aires y junto a él fue condenado un ciudadano nigeriano.
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