Estas operaciones se realizan en lo que correspondería a la tercera fase de intervención en el inmueble, una vez se ultima la reparación de la fachada que se desprendió y que daba a la avenida Blas Infante (fases uno y dos).
Así, se actuará en la parte de la fachada que se sitúa en la avenida Capitán Ontañon. Además, estos trabajos se estarían también realizando en la parte del edificio que desemboca en la plaza Mayor (correspondiente a la fase 4).
Dos años después del desprendimiento de la fachada que obligó al corte de la avenida Blas Infante durante meses, los vecinos se enfrentan ahora a una nueva etapa y periodo de obras.
Estos movimientos suponen además un giro en la situación. Hasta finales de junio, la constructora, Isolux Corsán, mantuvo su intención de no adelantar más fondos para los trabajos hasta que no se determinaran las responsabilidades de la obra.
Corsán decidió hacerse cargo de los gastos iniciales derivados de la reforma de la primera y segunda fase hasta que las aseguradoras se pusieran de acuerdo en el porcentaje de responsabilidad de cada parte.
En concreto, las otras partes con responsabilidad son el arquitecto, los aparejadores y la empresa mixta Somixur. Sin embargo, dado los altos costes soportados (andamios, obras y alquileres), Corsán comunicó que no estaba dispuesta a afrontar en solitario la tercera, cuarta y quinta fase dado que no hay acuerdo entre los seguros sobre los ya reconstruido.
Urbanismo
Por su parte, el edil delegado de Urbanismo, Diego González de la Torre, indicó que los responsables de la construcción “tienen que arreglar todos los desperfectos”, según se determinó en el estudio realizado tras los primeros desprendimientos. De la Torre subrayó también que la reparación debe acometerse “por completo” en todo el edificio.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es