En el verano de 2023 las esculturas de la Molinera y el Corregidor situadas en el Paseo de Andalucía sufrieron las consecuencias del vandalismo. Quedaron claramente dañadas y desde entonces ha sido propósito de la Delegación municipal de Patrimonio su recuperación para su exposición pública. El área que dirige Andrés Camarena ha anunciado esta semana la restauración de las imágenes por parte de la empresa que las construyó a instancias del programa ‘DipuInver’ de Diputación en 2022 para fomentar ambas figuras que son protagonistas de la obra ‘El sombrero de tres picos’ de Pedro Antonio de Alarcón cuya leyenda, supuestamente, transcurre en un pueblo de la baja Andalucía que sería Arcos de la Frontera.
El diseño de las seis parejas de esculturas de la Molinera y el Corregidor costaron en su día alrededor de 58.000 euros. Cinco de ellas estaban expuestas en el Paseo cuando, de madrugada, fueron literalmente destrozadas, lo cual dio pie a un juicio que terminó con la condena de los jóvenes menores que cometieron el acto vandálico. Ahora, la restauración de las esculturas costará casi 6.000 euros al Ayuntamiento, que así ha entendido importante devolverlas al patrimonio municipal.
Según explica el delegado Andrés Camarena, las figuras serán expuestas de forma puntual en determinados eventos, pero de forma permanente estarán en espacios más protegidos, si cabe, del vandalismo y de las inclemencias meteorológicas. El delegado, además, ha querido tranquilizar de algún modo a los y las artistas que diseñaron en su momento las esculturas: Carmen Márquez, Patricia Durán, Willi Márquez, Carmen García y Cristóbal Romero, a los que señala que pronto las imágenes estarán restauradas para disfrute, en suma, de la población.
De cara al futuro más inminente, las esculturas se situarán en espacios como el patio Palacio del Mayorazgo, el edificio municipal de Piedra del Molino destinado a los artesanos locales y el Centro de Interpretación de la Ciudad (CICA) de Cuesta de Belén. A partir de ahí, el delegado pide el máximo respeto para estas figuras de considerable porte que forman parte del patrimonio. Su restauración, por falta de medios, no es posible en el propio Ayuntamiento, de ahí que se haya encargado a la empresa gaditana.
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