Según ha indicado la Benemérita, la actuación se inició a raíz de la denuncia presentada por el propietario de la embarcación, en la que ponía en conocimiento de los agentes la sustracción de la misma del lugar habitual de atraque.
Una vez en el lugar, los guardias civiles actuantes comprobaron que el cabo de amarre de la embarcación se encontraba cortado, realizando una inspección por el puerto y sus alrededores.
Al llegar a la zona del varadero, observaron a dos personas pintando un bote, el cual coincidía con las características de la sustraída, no pudiendo aportar documentación alguna de la misma. Se comunicó al denunciante, que reconoció la embarcación como suya y aportó la documentación preceptiva.
Tras identificar a las personas que se encontraban pintando la embarcación, se comprobó que son menores de edad, siendo puestos a disposición de la Fiscalía de Menores, restituyendo lo sustraído a su propietario.
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