La Junta de Andalucía ha realizado un estudio sobre el impacto que tiene el ruido del Trambahía a su paso por la céntrica calle Real, y las mediciones obtenidas superan los límites indicados, situándose entre 72 y 80 dBA, según localización, cuando lo permitido por la normativa es de 65 dBA. En el mismo se precisa que, una vez el tranvía ha superado la zona de medición, el nivel de ruido ambiental continúa siendo elevado, superando los límites establecidos.
Conforme a estos resultados obtenidos en el referido estudio, desde la Agencia de Obra Pública de la Junta de ndalucía, responsable de la gestión del Trambahía, se trabaja ya en la contratación de la implantación de engrasadores de carril de vía. Estos equipos consisten en una serie de lubricadores automáticos, que contribuyen a minimizar el efecto acústico del paso del tranvía, originado por el contacto de los bogies (ruedas del tren) con el carril de la vía.
El informe o estudio es el resultado del partido político isleño 3R, que atendió las quejas de los vecinos afectados por el estrés acústico generado por el paso del tranvía cerca de sus viviendas, especialmente en personas mayores.
Esta formación solicitó la intervención del Defensor del Pueblo Andaluz, quien impulsó un Estudio Acústico para verificar la situación, después de algunas resistencias por parte de la Aopja -Agencia de Obras Públicas de la Junta de Andalucía-. Con el tiempo, la situación llegó hasta el jefe de gabinete del presidente de la Junta de Andalucía, quien ahora ha confirmado a 3R mediante correo electrónico que el tranvía no cumple con la normativa vigente sobre ruido.
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