Acompañada por la presidenta de la Asociación Cultural Castell de Peralada, Carmen Mateu de Suqué, a quien ha calificado de su "amiga del alma", Caballé no ha podido reprimir las lágrimas al evocar su trayectoria a lo largo de este período con "infinidad de recuerdos maravillosos" y con momentos "muy malos", por una grave enfermedad.
Antes de que Caballé recibiera la medalla, Mateu de Suqué ha rememorado los inicios del festival y cómo tanto la cantante como su hermano Carlos apostaron para que fuera internacional.
Por otra parte, ha recalcado los "momentos inolvidables" que ha vivido al lado de la soprano, con audiciones en las que estuvieron, entre otras personalidades, la reina y la fallecida Lady Di.
A punto de ser abuela a los 78 años -su hija Montserrat está embarazada-, Caballé se ha mostrado "muy honrada" de poder ser la primera en recibir esta Medalla de Honor de un festival con el que siempre ha colaborado.
"Dudo que lo que hago por Carmen Mateu lo hiciera para nadie más, ni para ningún teatro, ni ningún director", ha considerado Caballé.
Respecto a la actuación que ofrecerá este domingo en la iglesia del Carmen, con un programa que incluye obras de Nidermayer, Nicolai, Catalani, Gounod y Massenet, ha reconocido que en este lugar siente "algo diferente" a cuando está en un escenario, lo que, tal vez, "tiene que ver con la fe y el sentimiento".
Después, en el Auditorio del Parque del Castillo presentará un programa "crossover" junto al italiano Al Bano, con quien ya ha actuado en Viena, Dresde, Bucarest o Milán, y aunque no ha querido avanzar nada porque "es sorpresa", ha dicho que cantarán algún tema a dúo.
Aunque de pequeña quería ser enfermera, tal como ha remarcado hoy, ahora vuelve a estar totalmente volcada en el canto, a pesar de que hace más de dos décadas hubo quien puso en duda su oficio.
"Tengo voz y lleno salas. Hay quien dice que esto no es normal. Incluso ahora un profesor de Viena, que es una eminencia en voces, está escribiendo un libro sobre mis cuerdas vocales y la longevidad de su sonido, porque hay cosas que no se explica", ha señalado.
Preguntada sobre lo que siente cada vez que sube a un escenario, Caballé no ha escondido que "los nervios y el miedo están siempre", y ha puesto en duda a otros colegas que dicen que no sienten nada cuando ya llevan años cantando. "Creo que mienten, porque después los veo en el escenario y tiemblan", ha apostillado.
Respecto a cómo afronta los conciertos, lo más importante es "servir al compositor, más que a uno mismo, porque él es el artífice de lo que ocurre y nunca se lo puede traicionar".
Además, tampoco ha olvidado el consejo de su maestra Conchita Badia cuando le decía que "la voz se tiene, pero no todo el mundo tiene alma". "Tu debes cantar con el alma y la voz ya te seguirá. Tenía razón", ha concluido.
Durante el acto se ha hecho público, asimismo, que por su estrecha vinculación con el festival también recibirán la medalla Joan Manuel Serrat, Plácido Domingo, Ángel Corella y Joan Font, del grupo teatral Comediants.
La entrega de estas distinciones, diseñadas por Bagués Masriera Joyeros, de forma cuadrada y con colores muy mediterráneos, se hará los días en que actúen cada uno de los artistas este año: 15 de julio y 1, 3 y 15 de agosto, respectivamente.
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