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Andalucía

La princesa Leonor se embarca en el buque Juan Sebastián de Elcano

Completará su formación naval junto a otros 75 guardamarinas, y en el que viajará por el continente americano

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  • La princesa Leonor. -

La princesa Leonor se ha embarcado este miércoles en el buque escuela de la Armada Juan Sebastián de Elcano para familiarizarse con el velero en el que, junto a otros 75 guardiamarinas, viajará, a partir del próximo sábado, casi seis meses para completar su formación naval.

Antes de su partida para realizar el 97 crucero de instrucción del buque escuela de la Armada, la guardiamarina Leonor de Borbón y sus compañeros (76 hombres y nueve mujeres) cuentan con unas jornadas para familiarizarse con este casi centenario bergantín-goleta de cuatro palos en el que navegarán 18.000 millas náuticas.

A las 16.10 horas de esta tarde, vestida con el uniforme de siete botones, la princesa ha sido la primera guardiamarina en subir a bordo del buque, atracado desde esta mañana en el puerto de Cádiz.

Tras saludar al capitán del navío Luís Carreras-Presas do Campo y al resto de sus mandos, la princesa se ha adentrado en el barco para firmar en su libro de honor.

Después se han embarcado sus compañeros, pertenecientes a la 427º promoción del Cuerpo General y 157º de Infantería de Marina.

"Es el momento más especial del barco", en el que se recibe a la nueva promoción de futuros oficiales de la Armada que se embarcan para realizar un crucero de instrucción, comentaba su capitán.

En su primera toma de contacto los guardiamarinas han estado unas horas a bordo, para conocer al velero de 113 metros de eslora en el que convivirán y estudiarán durante los seis meses que durará este crucero de instrucción que les llevará hasta Brasil, Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana y EEUU, hasta su regreso a Cádiz el 21 de julio de 2025.

Leonor de Borbón hará todo el recorrido, excepto el itinerario de regreso por el Atlántico norte, ya que desembarcará en Nueva York para volar a España y reembarcará en el buque escuela en Gijón, tras permanecer casi un mes embarcada en una fragata para continuar su formación naval.

La princesa Leonor, junto al resto de guardiamarinas, ha podido conocer hoy los estrechos módulos de 3 o seis camas en literas en los que dormirán y la Cámara de Guardiamarinas, una sala multiusos en la que desayunarán, comerán, cenaran, darán clases y pasarán mucho de su tiempo libre, quizá en algún momento acompañándose del piano con el que cuenta.

También han podido comprobar en directo la altitud de los cuatro palos del velero, de 48,75 metros de altura, a los que, al menos una vez, deberán subirse trepando por las cuerdas, en una de las muchas maniobras y ejercicios a los que se enfrentarán en esta travesía.

En estos días previos al embarque, la princesa Leonor y sus compañeros serán informados de sus intensas rutinas a bordo, que se inician a las 6.45 horas, cuando, salvo si están de guardia nocturna, deben despertarse, asearse, arreglar sus literas y desayunar, para comenzar las clases y actividades deportivas o marineras hasta las 12.00, cuando realizan una pausa, antes de comer a las 13.00.

Por la tarde reanudan las maniobras y clases que realizan junto a la dotación del barco hasta las 18.00 horas, cuando tienen un tiempo libre en el que pueden ir de forma voluntaria a misa, o disfrutar de sus lecturas, juegos de mesas o de lo que deseen en la cámara, los sollados donde duermen o las cubiertas del velero, hasta que a las 22.30 llega la hora del silencio, excepto para quienes deben hacer las guardias nocturnas de cuatro horas.

"Las disciplinas son las habituales desde hace 97 años", explicaba hoy un miembro de la dotación del buque, integrada por 174 personas, para subrayar que la presencia de la princesa Leonor no variará la vida a bordo de un crucero de instrucción.

Para los guardiamarinas, y para la dotación, en esta travesía no habrá sitio para el aburrimiento: "en este barco cada día es diferente, el mar siempre es diferente". "No deja de ser emocionante. Puede que navegar sea intenso, demandante.. nunca te aburres", explica este tripulante de Elcano.

Y además cuentan con la "emoción" de llegar a los distintos puertos en los que recalarán y en los que podrán optar por dormir en tierra y descansar del mar.

"Lo más difícil es estar lejos de la familia, pero es una experiencia inolvidable", comentaba a los periodistas hoy una alférez miembro de la dotación que impartirá clases a los nuevos guardiamarinas.

Este miércoles, mañana jueves y el viernes, la princesa Leonor y sus 75 compañeros acabarán de familiarizarse con el Juan Sebastian de Elcano, antes de partir el próximo sábado a una singladura que recordarán siempre.

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