La inmensa mayoría de las personas que han adquirido una vivienda están inmersas en una hipoteca. Si formalizar con la entidad bancaria el producto ya supone una compleja actividad financiera y adentrarse en términos con los que no se está familiarizado; no es menos complejo el hecho de querer amortizar el producto hipotecario para ahorrar dinero.
En tal caso, cuando se decide apostar por la amortización de la hipoteca lo más conveniente es contratar los servicios de asesoría de un planificador financiero. No basta solo con acudir a la entidad bancaria en la que se tiene el producto para que informen sobre esa posibilidad, ya que los comerciales, por lógica, siempre van a estimar los beneficios de la empresa. Eso no ocurre con estos profesionales independientes cuyo objetivo es que pague menos y que la capacidad de ahorro de su cliente sea lo más efectiva posible.
Así pues, tienen en cuenta las características de la hipoteca, la cual estudiarán al detalle, así como las circunstancias financieras y capacidad de ahorro del cliente. De ahí que existan una serie de preguntas previas que todo hipotecado debe responder. La más básica es saber si la hipoteca desgrava, o no, en el IRPF. Siempre que sean anteriores al 1 de enero de 2013 sí que lo harán. Por eso, según el caso, se parte de una situación u otra.
Cómo amortizar una hipoteca: acortar plazos y cuotas
Cuando se accede a la amortización de la hipoteca se piensa en dos cuestiones que son ampliamente reconocibles, incluso, para los que tienen menos conocimiento en cuestiones financieras: reducir la cantidad que se paga en cada cuota y acortar los plazos de amortización.
Sin embargo, los expertos en planificación financiera no siempre estiman que estas dos fórmulas sean las más correctas, porque, en definitiva, cuando se están acortando plazos por entregas extraordinarias de capital, realmente lo que está haciendo el cliente es desprenderse de un dinero que podría necesitar. Esa descapitalización tampoco se traduce, siempre, en una reducción de amortización muy elevada, por tanto, hay que estudiar cada producto muy bien.
En el caso siguiente, es decir, pagar menor cantidad de cuota mensual, a priori, también puede parecer un respiro económico, pero hay que analizar, en profundidad, qué consecuencias supone en cada producto hipotecario concreto. Porque, si se va a hacer entrega de una cantidad importante de capital, para reducir mensualmente una cantidad ridícula, obviamente, tampoco es la opción más plausible.
La amortización inteligente gracias a los PIAS
A las dos opciones anteriores, habría que añadir una tercera vía que es lo que los asesores financieros llaman amortización inteligente. Sirve para dos cuestiones principales: por una parte, para acumular dinero y sacarle un rendimiento, es decir, invertir ese dinero para que genere más capital; por otro, poder disponer de él en el caso de que ocurra un imprevisto. Eso es lo que recomiendan los expertos.
Pero, ¿es eso posible y cómo? Es fácil intuir que los bancos no van a ofrecer estas opciones porque, entre otras cuestiones, perderían parte del interés que ganan con una hipoteca, pero no es el caso de los planificadores financieros. Por tanto, se puede amortizar una hipoteca sin necesidad de descapitalizarse y disponer de esa inversión gracias a los PIAS.
Es un dinero que se va acumulando mensualmente y que se puede aplicar a la amortización de una hipoteca cuando el capital que queda por pagar, y el ahorro que dispongo están equilibrados. Por ejemplo, de una hipoteca de 100.000 a 30 años me quedan por liquidar 30.000 euros en el año 20 y he sido capaz de ahorrar en el PIAS esos 30.000 euros. Se liquida la hipoteca entera, por tanto, te estás ahorrando 10 años de hipoteca más todos los intereses que esta va a generar en esos 10 años.
En definitiva, dejarse asesorar con un experto en planificación financiera para sacar el máximo rendimiento a una hipoteca y ahorrar de forma inteligente mejorará la capacidad de ahorro de forma efectiva.
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