Esta petición, que forma parte de las conclusiones provisionales remitidas esta semana por el Ministerio Público al Juzgado de Menores número 1 de Málaga, que es el que lleva el caso; supone, en conjunto, la medida más severa que se puede solicitar para el tramo de edad del imputado, según publica este viernes el diario 'Sur'.
María Esther, de 13 años, desapareció el 19 de enero y para su búsqueda se puso en marcha un dispositivo especial por los cortijos y alrededores de la localidad para encontrarla. Finalmente, su cuerpo fue encontrado un día después en el interior de una caseta asociada a una piscina en las afueras de Arriate.
La autopsia confirmó que se trataba de una muerte violenta, además de que presentaba un traumatismo craneoencefálico. La Guardia Civil peinó la zona en busca de pruebas e interrogó a un gran número de personas para intentar esclarecer los hechos y poder identificar al presunto autor.
Un joven de 17 años, residente en el municipio, fue detenido en relación con este crimen. El Juzgado de Menores número 1 acordó su internamiento preventivo en régimen cerrado, después de que la Fiscalía y la acusación particular, en representación de la familia de la víctima, lo solicitaran. En esa comparecencia, no declaró.
No obstante, el pasado 1 de junio, el menor se declaró inocente en su comparecencia ante el fiscal de menores de Málaga; indicando su abogado defensor, Andrés Gálvez, que este sí había reconocido que conocía a la víctima "como tantos chicos, porque es una localidad bastante pequeña y todo el mundo se conoce y se reúnen en los mismos sitios".
Sin embargo, el letrado señaló que "eso no supone que haya cometido ningún hecho penal por simplemente relacionarse con determinadas personas"; al tiempo que informó de que a su cliente no se le había preguntado por las pruebas biológicas que presuntamente le relacionan, agregando que "si eso consta en alguna analítica forense, tendrá que ser objeto de investigación y ratificación".
La Fiscalía de Menores ya citó para principios del pasado mes de mayo a 13 personas para que declararan como testigos. Los primeros siete testimonios, de amigos y compañeros de la niña, fueron sobre los detalles de las horas previas y posteriores a su muerte, con lo que se pretendía hacer una cronología de los hechos.
Otros seis testigos, también compañeros y jóvenes, declararon la semana siguiente, también ante la Fiscalía de Menores, testimonios que sí fueron más importantes para la investigación, de cara a un juicio y respecto a la supuesta participación del menor detenido en relación con este crimen.
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