Las referencias a la crisis económica y al desempleo fueron constantes en los discursos de los portavoces de los cuatro grupos municipales (PP, 10 concejales y el alcalde; PSOE, 10 ediles; PVRE, dos; e IU, dos) y también en el discurso de investidura del nuevo alcalde, al igual que los llamamientos al consenso y al diálogo.El nuevo regidor chiclanero habló de austeridad, ahorro, consenso, transparencia, seguridad jurídica y atención a los más necesitados, y apuntó que “mi primera preocupación será crear riqueza y puestos de trabajo”.
Marín señaló que “debemos crear entre todos tal nivel de confianza, que los posibles inversores dejen de mirar a Chiclana con el recelo propio de quien no le garantiza la debida seguridad de sus inversiones”. El alcalde reconoció que “se va a necesitar mucho coraje, valentía, grandeza de miras y generosidad para enderezar el rumbo de la nave; nosotros estamos convencidos de que todos los partidos que hoy se sientan en estos escaños son conscientes de que los ciudadanos nos han prestado su voto para que intentemos por todos los medios ponernos de acuerdo en lo fundamental por el bien de la ciudad”.
El alcalde saliente, el socialista José María Román, puntualizó que “nuestro Gobierno ha llegado hasta aquí cumpliendo con los trabajadores, proveedores, bancos y cajas” y pidió “que se apliquen medidas de austeridad y ahorro”.
El portavoz popular, Nicolás Aragón, se comprometió a “no anular las decisiones tomadas en esta sala” y renunció a entregarse “al discurso de la crisis”.
La portavoz del PVRE, María Soledad Ayala, manifestó que “nuestra ideología es la justicia, la igualdad y, sobre todo, la democracia” y no se olvidó de las “40.000 viviendas entre irregulares e ilegales”.
Ana Rodríguez, como portavoz de IU, se identificó con el movimiento del 15M, del que será su “correa de transmisión”, y matizó que un gobierno en minoría de un solo partido, como el que preside Ernesto Marín, “puede otorgar mucha estabilidad a la ciudad en estos momentos”.
Paralelamente a la celebración de la sesión extraordinaria del Pleno de constitución de la nueva Corporación municipal de Chiclana, una veintena de “indignados” llevabaron a cabo una cacerolada en un calle cercana a la puerta principal del Ayuntamiento, detrás de las vallas que delimitaban el acceso a la casa consistorial. La sonora protesta no interrumpió el desarrollo del Pleno y se acentuó cuando el nuevo alcalde bajó a la entrada del Ayuntamiento a saludar a numerosos vecinos que habían seguido la investidura en la sala multiusos.
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