Todos sabemos que los Reyes Magos tienen que hacer un gran esfuerzo cuando se van acercando las fiestas para poder traer a casa los regalos que los más pequeños llevan esperando con ilusión todo el año. Sin embargo, en algunos hogares la situación es más complicada y los niños pueden llegar al seis de enero sin encontrarse con nada, pero ahí es donde entra la asociación Reyes Magos 98, presidida por Francisco Carrascal.
Como presidente (y único miembro) de la asociación, Paco se dedica durante todo el año a conseguir juguetes para repartirlos al llegar el día de reyes. No importa cuál sea su origen: si están en buen estado son válidos para reutilizar. A veces se los regalan conocidos, alegando que sus niños ya los tienen o que no les gustan demasiado, en otras ocasiones son donaciones de las propias fábricas, que enternecidas por la iniciativa deciden apoyarla, y en otros momentos es él mismo quien los compra.
Paco pone todos los martes un puesto en el mercadillo en el que vende conchas pintadas por él mismo, imanes, postales y bolsitas llenas de pequeños juguetes: "estos muñecos tan pequeños no son regalo suficiente un día de reyes, así que los mezclo y vendo para ganar algo de dinero con el que seguir comprando mejores regalos." Como una hormiga, euro a euro se va formando una hucha de ahorros con la que optar a mejores opciones para los niños.
Pero no solo en conseguir juguetes se basa su trabajo: también se encarga de contar la piezas de los puzzles para asegurarse de que no falte nada, adecuar las figuras más grandes y muñecos de acción, probar los juegos de mesa por si no funcionasen bien, limpiar y preparar las bicicletas para que estén listas para usar, peinar las muñecas y vestirlas cuando vienen sin ropa y darle un lavado a los peluches, secarlos y cepillarlos después.
Pero, ¿cómo escoge a los niños que recibirán estos regalos? Para su selección, Paco colabora con un montón de asociaciones e iglesias que le entregan listas de niños cuyas familias necesitan su ayuda. Algo que remarcaba es que no puede atender a particulares, por lo que cualquier persona que requiera de sus servicios deberá apuntarse en cualquiera de las entidades que colaboran con Carrascal.
Terminaba la visita contando un montón de anécdotas en las que niños y padres por igual acababan las Navidades con una sonrisa al ver que, por fin, los reyes les habían traído un regalo.
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