La emisora, promovida por la ONU, señaló que la Misión de Naciones Unidas en el Congo (Monuc) desplegará efectivos en la región del Alto Uele para tratar de evitar nuevos ataques de este grupo, cuyo líder, Joseph Kony, está reclamado por el Tribunal Penal Internacional por crímenes contra la humanidad.
Como consecuencia de las matanzas, unas 30.000 personas de la zona atacada por el LRA han abandonado sus casas y se encuentran desplazadas a varias decenas de kilómetros del área, según funcionarios congoleños consultados por Efe.
El Gobierno congoleño anunció ayer que movilizará todos sus recursos para hacer frente a los rebeldes ugandeses, según manifestó el ministro de Comunicación, Lambert Mende.
“Las operaciones de despliegue están en marcha y esperamos el apoyo de las tropas de la Monuc”, dijo Mende.
Las Fuerzas Armadas Congoleñas, según el ministro, realizan operaciones para unirse a las fuerzas sudanesas y proteger las poblaciones civiles, en colaboración con el Ejército de Uganda.
Mende también pidió la colaboración del Gobierno de la República Centroafricana, para impedir a los rebeldes ugandeses crucen a su país, donde podrían cometer las mismas matanzas que en la RDC.
El pasado lunes, la Oficina de Coordinación de la Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA), informó en Kinshasa que los muertos a consecuencia de los ataques del LRA en los últimos días eran, al menos, 189, en el distrito de Alto-Uele, en las localidades de Faradje, Doruma y Gurba, pero ayer Caritas dobló la cifra. Según la OCHA, la mayoría de los muertos son niños, mujeres y ancianos.
El médico jefe de la zona de Faradje, dos pastores protestantes, dos inspectores de enseñanza, el farmacéutico, el presidente de la Federación de Empresas del Congo figuran entre las víctimas.
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