La presa del Limonero, en Málaga, ha comenzado este viernes un desembalse controlado para evitar atascos en los desagües de fondo y garantizar agua de calidad para la ciudad, en una maniobra que es habitual después de producirse lluvias torrenciales.
El desembalse ha comenzado alrededor de las nueve de la mañana y tendrá una duración aproximada de cuatro horas, después de que las fuertes lluvias hayan ocasionado un gran aporte de sedimentos a la presa, ha informado la Junta en un comunicado.
Estos sedimentos pueden afectar negativamente a los órganos de desagüe de esta prensa e imposibilitar el abastecimiento de agua a Málaga en condiciones adecuadas.
Por este motivo, se debe evacuar todo el sedimento para no perder ni capacidad de regulación ni sufrir daños en los propios desagües de fondo.
La maniobra se realiza a través de los desagües de fondo de la presa para eliminar parte de los sedimentos acumulados, mantener la funcionalidad de los órganos de desagüe de la presa y, al mismo tiempo, recuperar y habilitar la posibilidad de abastecimiento de agua a Málaga.
El caudal del desembalse al río Guadalmedina, a través de esta operación, se situará entre los 25 y los 37 metros cúbicos por segundo durante el tiempo que dure el desagüe.
Esta maniobra convencional, que no prevé ocasionar daños aguas debajo de la presa del Limonero, finalizará una vez que comience a salir agua limpia de los desagües.
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