Giuseppe Turiello Hernández, autor de Salón de rechazados, ha debutado en la literatura con una obra que explora intensamente la belleza y el arte, retratando cielos e infiernos en un estilo refinado, obra que le valió el XXIV Premio Valencia Nova. Creció entre Italia y España, lo que le ha dado una perspectiva multicultural que permea su obra. Graduado en Historia del Arte por la Universidad de Sevilla y con un máster en Humanidades digitales, Turiello se define como un amante de las Bellas Artes, incluidas la pintura, la música y el ballet. Aunque publicó algunos versos en la revista Entorno Literario, su trabajo es mayormente inédito.
- ¿Por qué elegiste titular tu obra como Salón de rechazados? ¿Te consideras, de alguna forma, parte de ese “rechazo” o te posicionas como un observador crítico del mismo?
En realidad el nombre proviene de Salón de los rechazados que son los salones franceses del siglo XIX y el libro tiene ese toque decadente y funciona como una galería de arte.
Me gustaba ese título y elegí Salón de rechazados para que fuera un juego de palabras entre esos salones y los rechazados de los que se habla en el libro, que son las personas rechazadas.
- Crecer entre Italia y España te ha dado una perspectiva única, pero ¿hay algún aspecto de estas culturas que rechaces o con el que no te identifiques, a pesar de tu conexión con ambas?
Cada uno rechaza una parte de su nacionalidad y otra la abraza. En el libro se parecia… un rechazo más crítico no te hace dejar de querer esa parte. Hay poemas que hablan de Sevilla desde una perspectiva cómica o crítica o incluso con cierto desprecio. Lo mismo pasa con las tierras en las que uno vive, que aprecia
- Hablas de una "búsqueda de belleza formal" en tu obra. En un mundo donde el arte contemporáneo a veces se aleja de esa idea, ¿crees que la poesía actual está perdiendo la belleza? ¿Consideras que debería recuperarse?
Creo que hay muchas formas de hacer arte y todas son válidas. Entiendo que busquen lo feo o lo puramente expresivo. La belleza es algo muy bonito y nos ayuda a hacer arte. Incluso aunque parezca contradictorio, lo feo y lo bello pueden dar visiones mejores.
Me gustaría ganar un premio de poesía importante y a pesar de todo, partes de las expectativas personales del que ya he ganado antes
Aquí intento unir lo clásico y lo moderno de ese modo, busco la belleza con un lenguaje bonito y una métrica bonita pero con un lenguaje y mentalidad moderna. Si se pretende ser buen poeta, es inevitable ser hijo de nuestra época y eso nos lleva a la hora de escribir.
- ¿Sientes que la poesía moderna ha perdido algo esencial al alejarse de sus raíces clásicas? ¿Cómo ves el balance entre la innovación y la fidelidad a las formas tradicionales?
El arte evoluciona y ahora ha tocado esta época. Como historiador creo que es un proceso completamente natural. En otras épocas a lo mejor ha sido una búsqueda esencial de la belleza, pero ahora mismo es esta época y es una cuestión de gustos.
La belleza y la poesía van siempre juntas, aunque no esté el modo clásico, siempre hay una pincelada de belleza. No creo que se haya perdido, pero sí que causa menos interés.
- Describes tu obra como un viaje por cielos e infiernos. ¿Hay experiencias personales o épocas difíciles en tu vida que hayan marcado ese "infierno" poético, o lo ves más como una construcción literaria?
Todas las obras de arte y especialmente las poéticas, cuentan experiencias personales y tienen mucho de mentira en el sentido artístico de la palabra. Hay experiencias personales, como un poema dedicado a los espejos, que es totalmente real y hay otros que son totalmente reales y son mentira.
- Has alcanzado el éxito con tu primera obra, lo cual puede ser tanto una bendición como una carga. ¿Te preocupa que este reconocimiento inicial te limite o te encasille en algún estilo o expectativa?
No me preocupa mucho en el sentido de que me pueda encasillar pero sí en tanto a las expectativas. Me gustaría ganar un premio de poesía importante y a pesar de todo, partes de las expectativas personales del que ya he ganado antes.
Es como un juego que hay que tomarse con positividad y deportividad, si no se puede ganar, pues lo volveremos a intentar.
- Hoy en día, algunos consideran que la poesía ha perdido relevancia o poder de transformación social. ¿Crees que los poetas deberían esforzarse por ser “relevantes” o “populares”? ¿Cómo ves la relación entre la poesía y la realidad social?
Creo que los poetas se deberían esforzar por ser relevantes y populares, por ellos mismos. El efecto que haga la poesía en la sociedad depende de la propia sociedad y otros órganos. A lo largo de la historia del arte, la poesía ha sido uno de los mayores motores de la sociedad.
Aunque hoy en día hay una cantidad de poetas impresionante, no son tan influyentes como antes. Tal vez en un futuro pueda ser mayor o incluso menor, por lo tanto creo que tienen que obtener reconocimiento por ellos mismos. Lo mejor que puede conseguir el mundo de la poesía es mantener la pureza.
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