Los farmacéuticos, profesionales de salud que se encuentran en constante contacto con la población, quieren ampliar su rol en la prevención del suicidio y el apoyo a la salud mental. Así lo expresó Jesús Aguilar, presidente del Consejo General de Farmacéuticos, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad del Senado, en la que destacó la necesidad de integrar a los farmacéuticos en equipos multidisciplinares de salud mental. Aguilar hizo un llamamiento a los legisladores para que proporcionen el respaldo necesario y refuercen el papel de la farmacia comunitaria en esta labor esencial.
Aguilar comenzó su intervención enviando un mensaje de apoyo a las familias afectadas por la reciente DANA, así como a más de 200 farmacias que han sufrido daños. Para ayudar a las farmacias damnificadas, el Consejo ha establecido una campaña de donaciones junto con Farmamundi y ha organizado, en colaboración con Cruz Roja y Cáritas, botiquines de campaña y asistencia farmacéutica domiciliaria en las zonas más afectadas. Este compromiso con el bienestar de la comunidad se refleja también en la labor que quieren desempeñar en el ámbito de la salud mental.
El presidente de los farmacéuticos subrayó que el contacto constante que estos profesionales mantienen con los pacientes los convierte en actores idóneos para detectar síntomas tempranos de trastornos mentales y ofrecer orientación en el autocuidado. Es un trabajo “en especial desde las farmacias comunitarias, que sitúa a estos profesionales en una posición única para actuar como un recurso clave en la prevención del suicidio”, señaló Aguilar, quien destacó que el combate contra el estigma asociado a las enfermedades mentales es una de las prioridades de su organización.
Durante su comparecencia, Aguilar presentó propuestas concretas que podrían transformar el rol de la farmacia en la salud mental. En primer lugar, abogó por la formación continua en salud mental para los farmacéuticos y otros profesionales sanitarios, con el fin de mejorar su capacidad para identificar señales de alerta y manejar situaciones de crisis. Aguilar también solicitó protocolos nacionales estandarizados para que los farmacéuticos puedan derivar a pacientes en riesgo de suicidio a los servicios especializados de salud mental, un paso que considera fundamental para garantizar un tratamiento adecuado.
Otra de las propuestas es integrar a los farmacéuticos en equipos multidisciplinares de salud mental. Según Aguilar, esto permitiría mejorar la coordinación entre distintos profesionales de la salud, proporcionando a los pacientes un enfoque más integral y personalizado. Finalmente, recalcó la importancia de mejorar la adherencia a los tratamientos en pacientes con trastornos mentales, un área en la que los farmacéuticos, gracias a su acceso frecuente a los pacientes, pueden jugar un rol decisivo en prevenir el abandono del tratamiento y reducir los riesgos asociados a esta población vulnerable.
Aguilar también compartió algunas de las iniciativas que los farmacéuticos ya están liderando en varias comunidades autónomas. En Navarra, por ejemplo, se ha implementado la campaña “Detrás de esta cruz hay vida. Entra, y hablemos de suicidio”, que convierte a las farmacias en espacios de diálogo sobre salud mental. En Aragón, los farmacéuticos colaboran directamente en la Estrategia de Prevención del Suicidio de la región, realizando detecciones tempranas y derivando a personas en riesgo a los servicios de salud mental. Otras campañas, como “Conecta con tu salud mental” en Murcia y “Farmacia Comunitaria: tu apoyo en salud mental” en Castilla-La Mancha, buscan concienciar sobre el uso adecuado de psicofármacos y reducir el estigma de las enfermedades mentales.
Finalmente, Aguilar anunció una gran iniciativa nacional centrada en tres ejes: formación para los farmacéuticos, educación sanitaria y autocuidado tanto para pacientes como para sus cuidadores, y lucha contra el estigma desde la farmacia comunitaria. “La salud mental no es solo un asunto individual; es un reto colectivo que nos incumbe a todos. No podemos permanecer impasibles ante esta tragedia y, nosotros, como farmacéuticos, estamos dispuestos a contribuir de manera activa, pero necesitamos el compromiso político para impulsar reformas que fortalezcan nuestra red de apoyo”, concluyó Aguilar, dejando claro que los farmacéuticos están preparados para desempeñar un papel clave en la salud mental, siempre y cuando cuenten con el respaldo de las autoridades.
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