Jesús Muriana González es un jiennense vecino de Arcos que ha sido, que se sepa, la primera persona en denunciar públicamente, y posiblemente en los juzgados, que el ascensor del edificio Emprendedores, donde se asientan los principales servicios del Ayuntamiento, lleva prácticamente un año sin funcionar. Se desplaza en silla de ruedas y cada vez que entra en el edificio municipal debe permanecer en la planta baja para ser atendido, si es que lo atienden, explica.
“Un día pensé en venir al Ayuntamiento para poner una queja. Es un edificio muy grande y nadie me podía ayudar a subir. El ascensor estaba sin funcionar… A los veinte minutos bajó una trabajadora para tramitar la queja, pero a día de hoy nadie me ha dicho nada”.
Su caso bien se podría extrapolar a todas las personas de movilidad reducida que no pueden acceder a los servicios públicos por una cuestión de falta de eliminación de barreras arquitectónicas, en este caso por una indeseable avería a la que nadie de momento ha puesto remedio. Desesperado, recurrió a la oficina del Defensor de la Ciudadanía, donde Pepe Salas se hizo eco de su situación y en la que tramitó otra queja, aunque ésta no es la primera vez que la citada oficina da curso a una denuncia vecinal por falta de accesibilidad a los servicios públicos. De hecho, el Ayuntamiento ‘viejo’ continúa en pleno siglo XXI sin sus barreras eliminadas, y acceder al salón de plenos tradicional ha sido (y es) una pesadilla para personas con movilidad reducida.
“El pueblo debería saber y ver que su Ayuntamiento lleva un año sin ascensor. A veces sale el guardia del SAE y avisa de que estoy aquí, otras doy voces para que me oigan… Por lo menos que pongan un timbre hasta que no arreglen el ascensor”, comenta a este periódico visiblemente cabreado.
Jesús alude no sólo a su situación, sino además a la de numerosas personas que, por cuestiones de lesión, sobrepeso, enfermedad, embarazo, etc. sufren igualmente serias dificultades para subir a la segunda planta del edificio -acceder al Ayuntamiento obliga a subir por unas escaleras con un buen número de peldaños-. Como último extremo, no le queda otra que denunciar su situación en los juzgados, entre otros motivos porque la Ley es un muy clara respecto al acceso a los servicios públicos. Asegura que el abogado de la Asociación de Personas Discapacitadas de Cádiz le aconsejó que diera el paso ante el manifiesto retraso que sufre el arreglo del ascensor. Se ha dado un plazo de quince días para que se arregle el problema “por las buenas” antes de vérselas delante del juez.
A lo largo de su vida, Jesús ha vivido en Jaén y en Murcia, donde trabajó muchos años. Se enamoró de Arcos y se quedó a vivir en la calle Paseo de Boliches pensando, también, en la cercanía del hospital de Jerez donde suelen tratarle y donde aguarda a una intervención quirúrgica. Asegura que en los lugares donde ha vivido anteriormente nunca se ha encontrado un caso tan clamoroso de inaccesibilidad a edificios públicos.
La explicación del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Arcos, a través de su delegado municipal de Infraestructuras, Leopoldo Pérez, afirma que hace meses se instó a la empresa responsable del ascensor para que lo reparara, pero que sin embargo no tiene noticias a este respecto a día de hoy. Asegura que la empresa que lo instaló alude a la falta de una serie de piezas necesarias para acometer el arreglo y que el técnico municipal responsable junto a él mismo apela continuamente a un arreglo cuya demanda considera justa por parte de la población. Es más, Pérez asegura tener mala suerte con las empresas que contrata el Ayuntamiento por su presunta falta de respuesta a averías, roturas y otras situaciones indeseadas. “Estamos un poco desesperados y entendemos la desesperación de los vecinos. Pedimos disculpas como no podía ser de otra manera”.
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