Andalucía

Un defensor plantea que Marta del Castillo pudo morir en otro lugar

No existe "prueba concluyente" ni del escenario, los participantes ni el coche en el que fue trasladado el cuerpo.

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El abogado de una joven procesada por encubrir la violación y muerte de Marta del Castillo ha planteado que los delitos pudieron cometerse en un lugar diferente pues no existe "prueba concluyente" ni del escenario, los participantes ni el coche en el que fue trasladado el cuerpo.

En su escrito de defensa, al que ha tenido acceso Efe, el defensor de María García dice que el piso de la calle León XIII de Sevilla fue examinado "hasta en sus más mínimos detalles", y pese a ello no ha aparecido prueba "científica, indubitada, objetiva, evidente y concluyente" de que Marta fuese golpeada y violada allí.

El abogado José Antonio Salazar insiste en las escasas pruebas de que el cuerpo de Marta fuese sacado del piso en la madrugada del 25 de enero de 2009, pues desde las 23.30 horas de la noche anterior el asesino confeso, Miguel Carcaño, y sus dos amigos acusados de ayudarle a trasladarlo -el menor apodado El Cuco y su amigo Samuel Benítez- "sabían que los amigos y familiares de Marta la estaban buscando".

Si el cadáver de Marta estaba en León XIII desde las 22 horas, sus presuntos asesinos y encubridores "debieron sentir mucha inquietud al saber que la estaban buscando y que los que la buscaban podían ir -y de hecho fueron en dos ocasiones- al piso en busca de pistas de la menor".

"El escenario de la madrugada resulta así completamente irreal y no razonable por lo peligroso de coincidir con el equipo de búsqueda y ser descubiertos", dice el defensor de María García, novia del hermano de Carcaño, una joven que estuvo estudiando toda la noche del crimen en el piso.

A la vez, Salazar destaca que el hermano de Carcaño, Francisco Javier Delgado, no pudo participar de madrugada en el traslado del cuerpo porque las antenas de móviles y los registros de consumiciones del bar donde trabajaba lo sitúan a las 23.55 horas, a la 1.30 horas, a las 2.01 y a las 3.01 horas en dicho establecimiento de la calle Juan Cavestany, a considerable distancia de León XIII.

Por otra parte, recoge que Carcaño recibió a partir de la 1.37 horas varias llamadas a su móvil que lo posicionan en la localidad de Camas (Sevilla), donde vivía con la familia de su entonces novia, por lo que -según Salazar- hay que creer la declaración del asesino confeso de que sacaron el cuerpo antes de las 22.55 horas, respecto a lo que afirmó: "Parece mentira que a las diez y pico no nos viera nadie, pero fue así".

En apoyo de la hipótesis de que Marta pudo morir en otro lugar, la defensa añade que ninguno de los siete vehículos que tenían a su disposición los imputados "ha evidenciado que hubiera sido utilizado para transportar el cuerpo, pese al concienzudo análisis llevado a cabo por la Policía Científica".

Salazar también considera normal que el ADN de Marta haya aparecido en el piso de León XIII, puesto que la joven lo frecuentaba, y por eso mismo hay restos biológicos de su cliente en el esparadrapo, tijeras y otros utensilios del mueble del lavabo, y no porque María colaborase en la operación para envolver a la víctima en la alfombra en la que supuestamente fue transportada.

María García, estudiante de Podología, llegó al piso a las 00.15 horas, estuvo estudiando en un sillón tipo relax del salón hasta las 2 horas, cuando llamó a su novio y le comentó que se estaba quedando dormida y se iba a acostar, versión en la que "jamás ha cambiado ni una coma desde el primer día", añade su defensa.

Esta joven, perteneciente a una familia estructurada, de buena conducta y estudiante normal, "ignora todo sobre el asunto en el que se ha visto injustamante involucrada", mantiene su defensor ante el juicio que celebrará la Audiencia de Sevilla en los próximos meses.

En él, tanto la Fiscalía como los padres de Marta solicitan para Carcaño 52 años de cárcel y para María cinco años por encubrimiento y por un delito contra la integridad moral de la familia de la víctima por negarse a revelar su paradero.

La defensa termina rechazando la indemnización de 616.319 euros que la Fiscalía reclama para el Estado por los gastos de búsqueda del cuerpo en el río Guadalquivir, en un vertedero y en una zanja de Camas (Sevilla) porque "María nunca ha señalado a la Policía donde debía buscar" y porque las investigaciones policiales "no son gastos resarcibles que se puedan trasladar a los condenados en causas penales".

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