La Policía Nacional ha informado en un comunicado de que los acusados actuaron en la zona centro de la capital, donde tocaban en los timbres de viviendas y, cuando les franqueaban las puertas, intimidaban a sus víctimas con armas de fuego, atando y amordazando a los moradores.
Seguidamente sustraían joyas y dinero y llegaban incluso a extraer dinero con las tarjetas de crédito o débito, una vez que obligaban a los titulares de las mismas a facilitar los números secretos, para lo cual uno se quedaba en el domicilio intimidando a los moradores mientras que el otro se trasladaba a los bancos.
Tras una larga investigación se consiguió identificar a los dos presuntos autores, uno detenido y el otro imputado, pues ya se encontraba en la actualidad en prisión
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