Andalucía

Rechazan investigar más a los padres que abusaban e intercambiaban sus hijas

En cuanto a si uno de ellos se dedicaba a vender droga

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La Audiencia de Sevilla ha rechazado abrir nuevas líneas de investigación en la causa contra dos padres acusados de presuntas agresiones sexuales y abandono de familia por intercambiar a sus cuatro hijas de 6 y 7 años para abusar sexualmente de ellas, con supuesto conocimiento de las madres.

Fuentes del caso han informado a Efe de que la Sección Séptima de la Audiencia ha rechazado investigar si uno de los padres se dedicaba a vender droga, pues se trata de un asunto "sin relevancia" para la causa principal y que "queda fuera del proceso".

Además, tampoco acepta que se investigue lo declarado por una de las niñas en el sentido de que su madre la llevó en una ocasión a un club de prostitución y presenció como se acostaba con un hombre, ya que tampoco afecta a los hechos por los que han sido imputadas las dos parejas, relativos a los abusos sufridos por las niñas.

Por otra parte, la Audiencia entiende que estas pruebas han sido pedidas por la defensa de una de las parejas, algo para lo que solo están legitimadas las acusaciones.

La causa que investiga el juzgado de instrucción 16 de Sevilla se dirige contra los dos padres, cuñados entre sí, que presuntamente se intercambiaron a sus hijas de 6 y 7 años para mantener relaciones sexuales con ellas.

Además están imputadas las madres por presuntamente consentir los abusos, un vecino que daba dinero a cambio a las menores y otro familiar que tiene antecedentes por abusos a menores.

Las víctimas de los abusos, según la investigación que se inició en 2008, fueron cuatro niñas, entonces de 6 y 7 años, que en la actualidad se encuentran tuteladas por la Junta de Andalucía, al igual que lo están sus tres hermanos varones.

Las familias residían en el barrio sevillano de Los Pajaritos y los padres, identificados como A.M.M. y J.M.P.R., pasaron ocho meses encarcelados.

La defensa que ejerce el abogado Javier Toucedo había pedido además que el juez tomase declaración de nuevo a una de las madres, M.B.M., pues era quien se quedaba en casa con los niños de las dos familias mientras los demás trabajaban y sabe con quien se relacionaban los menores.

Las niñas, que declararon que los abusos tenían lugar en el garaje de la casa de su abuela, dieron su versión de lo sucedido en presencia de un psicólogo, del fiscal y de los abogados de todos los acusados, de manera que esta "prueba preconstituida" evitará que deban acudir de nuevo a declarar en el futuro juicio que se celebre.

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