Según los organizadores hubo 10.000 personas en Sevilla. Cifra que se reduce a 3.000, según la Policía Nacional. Pero es incuestionable que la de ayer fue una de las protestas más numerosas de los últimos años en la ciudad.
Se escucharon muchas consignas, aunque “no hay pan pa’ tanto chorizo” fue la más coreada. Zapatero centró los lemas contra la clase política. Contra el mundo financiero lo hizo Emilio Botín, presidente del Banco Santander: “Botín, cabrón, trabaja de peón”, se gritó.
Hacía años que en Sevilla no se veían tantas pancartas en una misma protesta. Todas hechas de forma casera. “Estamos hartos de estar hartos”, se podía leer en una de ellas.
Pero una de las imágenes que mejor resumió la diversidad de manifestantes fue la de tres amigos Carlos, Javi y Mario, cada uno con una bandera: una anarquista, otra de la II República Española y otra de España. “Los tres estamos igual de puteados”. Así resumían uno de ellos su unión para la manifestación, en la que los ciudadanos fueron los protagonistas. Sin sindicatos, sin partidos.
La marcha, que comenzó en Plaza España y finalizó a las puertas del Banco de Espala se desarrolló sin incidentes.
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