La operación de crédito por valor de 27 millones de euros que aprobará el Pleno extraordinario de este jueves para garantizar la financiación de tres grandes proyectos para Cádiz, Parque del Cementerio, Avenida de Astilleros y Puertas de Tierra, es perfecta sobre el papel. El Ayuntamiento asume una deuda bancaria notablemente inferior a la existente al inicio del mandato y la previsión es que, al menos, se amorticen 10 millones de euros el próximo año gracias al remanente del presupuesto en vigor y los ingresos extras por la PIE, lo que permitirá disponer de ese montante por 28,5 millones de euros. Además, el alcalde, Bruno García, incluye estos tres hitos en una lista de siete (once millones para 107 viviendas públicas, de entrada; Valcárcel condicionado a la venta del Campo de las Balas; el Parque de la Muralla, a coste cero, dado que se construirá un parking subterráneo de dos plantas y 900 plazas que costeará la iniciativa; y el nuevo Portillo) que conforman el modelo de ciudad que depende exclusivamente del equipo de Gobierno.
PSOE y Adelante Izquierda Gaditana han criticado duramente la propuesta. Óscar Torres y David de la Cruz llevan desde los primeros compases del mandato ejerciendo una severa oposición. En esta ocasión, los argumentos esgrimidos, similares, son opinables, aunque coinciden en uno que resulta clave porque de ello depende la credibilidad del PP: la maduración de los tres grandes proyectos financiados con el préstamo.
La operación de crédito es redonda sobre el papel, pero se echa en falta, efectivamente, el cronograma de las obras. El primer edil, prudente, evita dar fechas, pero, sabe que, al margen de que incluso pudiera cancelar el préstamo antes de la ejecución de los proyectos, tendrá que poner a funcionar la maquinaría municipal al máximo de sus capacidades si quiere llegar a las elecciones de 2027 con realidades, aunque no estén totalmente finalizados los trabajos.
El tiempo vuela. Y no todo depende exclusivamente del Ayuntamiento. La Autoridad Portuaria marca el ritmo en la integración puerto-ciudad y la Junta de Andalucía tiene en su mano desatascar proyectos que acumulan años de retraso. El alcalde tendrá que solucionar el lío con los vecinos del Cerro del Moro, que no quieren perder la propiedad de sus pisos, garantizar un uso de Náutica que no sea contrario a los intereses de la zona; meter prisa para la Ciudad de la Justicia y encontrar salida al follón con la parcela de Zona Franca para el hospital (Navalips no parece que presente obstáculos.
Todo ello, mientras PSOE y Adelante Izquierda Gaditana abren frentes, como la turistificación, la movilidad y peatonalización o el coste de las luces en Navidad y Carnaval en comparación con los fondos destinados a conservación del alumbrado público; y el propio PP se complica solito con la subida del agua que entrará en vigor en noviembre.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es