Ausente de la selección, titular con el Madrid, Kylian Mbappé ha abierto un debate en Francia sobre su implicación en el equipo nacional, en contraste con su deseo de triunfar lo antes posible con su nuevo club.
Mientras el seleccionador, Didier Deschamps, justificaba este jueves la ausencia de Mbappé de su lista para los dos próximos compromisos internacionales en su voluntad de "no correr riesgos", el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti, no pareció tener la misma prudencia en el duelo del pasado sábado contra el Villarreal.
En Francia, chirriaron los dientes al ver al capitán de los "bleus" fresco como una rosa disputar 70 minutos en el Bernabeu dos días después de saber que se caía de la convocatoria de la selección.
Una situación que amenaza con debilitar el capital de cariño de los aficionados galos con su estrella, ya dañado por su salida del fútbol francés y sus pobres prestaciones en los últimos partidos, sobre todo en la pasada Eurocopa.
Su despedida del París Saint-Germain dejó claro que Mbappé privilegia su propia carrera sobre cualquier otro elemento, pero también dejó huella en su rendimiento, porque Luis Enrique le relegó a un segundo rol a lo largo de todo 2024.
Esa falta de ritmo pudo notarse en la Eurocopa y la adaptación a su nueva ciudad, su nuevo club y su nuevo entorno, tras siete años en su ciudad natal, se han traducido en una caída del rendimiento. El jugador parece tener más prisa por volver a su ritmo habitual con el Madrid que en regresar al máximo con la selección.
Deschamps, conciliador
Deschamps no ha querido hacer sangre con el asunto y pese a las críticas contra el jugador por su rendimiento en los últimos partidos de Francia, contra Italia y Bélgica, el seleccionador aseguró que no tenía ninguna duda sobre el compromiso del tercer máximo goleador de la historia de los "bleus".
"Es cierto que no estaba en las mejores condiciones, por diferentes motivos que no voy a precisar, pero no tengo dudas sobre su implicación con la selección. Acababa de llegar a Madrid, no había tenido una buena preparación,...", aseguró el pasado jueves.
Desde entonces se ha filtrado que el cuerpo médico de Francia conversó con el del Real Madrid el pasado martes y el propio Deschamps con el jugador al día siguiente, cuando tomó la decisión de no convocarle.
Según el diario L'Équipe, los médicos del Madrid también aconsejaron a Ancelotti no alinearle en el partido de Liga de Campeones contra el Lille del pasado día 2, ni tampoco ante el Villarreal.
El propio técnico indicó el viernes que el problema de los isquios que le impidió disputar el derbi contra el Atlético de Madrid no estaba del todo resuelto.
En declaraciones difundidas este lunes por la Federación Francesa de Fútbol (FFF), Deschamps insistió en que "no hay caso Kylian" y aseguró entender el interés de los clubes contrario al de la selección.
"Pero lo más importante es el interés del jugador. Sé que no va a ir contra su club, pero tampoco quiere ir contra la selección", afirmó el técnico francés.
La "prudencia" a la que se aferró Deschamps aparece ahora como una cortina de humo para dar al jugador un tiempo precioso que pueda acelerar su aclimatación a Madrid, donde sus estadísticas, siete goles (tres de penalti) en once partidos, son más vistosas que sus sensaciones en el campo.
Nombrado capitán de los "bleus" tras la retirada de Hugo Lloris, lo que molestó a Antoine Griezmann, el jugador no ha asumido por ahora ese papel de manera clara y han sido otros los que han impulsado la vida de grupo en el seno de la selección.
Mbappé no se ha vestido con el traje de líder que esperaba Deschamps, que con la reciente retirada de Griezmann del equipo nacional necesita más que nunca líderes naturales, algo que precisa el grupo y que siempre ha buscado el seleccionador.
Restan por ver las consecuencias que puede tener para el futuro internacional de Mbappé esta nueva polémica que puede quedar en nada, tapada por goles de la estrella francesa, o fisurar su relación con un público exigente.
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