Lisboa no cuenta con una legislación para la circulación de los 'tuk tuks', cada vez más numerosos y concentrados en el centro histórico, lo que ha provocado que tanto residentes como los propios conductores de estos vehículos exijan medidas al Ayuntamiento, que continúa con reuniones en busca de una solución.
En el Miradouro de Graça, uno de los lugares más visitados por los turistas en la capital, un conductor de estos triciclos motorizados espera pacientemente aparcado en una de las estrechas calles que bajan hacia el resto de barrios históricos.
Al momento, un camión comienza a pitar pidiendo paso para poder llegar al lugar donde tiene que repartir la mercancía y, al poco tiempo, empiezan los enfrentamientos. Así transcurre una mañana cualquiera en el centro de Lisboa.
La vía pública es compartida por tranvías, taxis, coches de particulares, patinetes eléctricos, autobuses turísticos y municipales, 'tuk tuks' y peatones.
Esta situación ha provocado que los residentes lisboetas exijan soluciones. Uno de ellos es Paulo Ferrero, presidente del Fórum LX, un movimiento ciudadano que se formalizó en 2020 para defender el patrimonio y el espacio público.
Las principales peticiones de esta asociación de vecinos al Ayuntamiento pasan por la prohibición de estos vehículos de tres ruedas por los barrios históricos, convertidos en un "completo caos", según Ferrero, que detalló a EFE que provocan el colapso del tráfico, dan información falsa a los turistas y contaminan tanto visual como acústicamente.
El presidente de Fórum LX defendió que la ciudad no está preparada para la "invasión" de los 'tuk tuks', porque contribuyen a una carga turística que "no es soportable".
Lisboa tiene algo más de medio millón de habitantes y en 2023 registró 15 millones de pernoctaciones de visitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE) luso.
Los ingresos derivados del turismo aumentan cada año y en el primer semestre de 2024 alcanzaron los 2.800 millones de euros en todo el país, lo que supone una subida del 12,3 % interanual.
Ante la demanda de los residentes y los propios conductores, el Ayuntamiento de Lisboa anunció el pasado 31 de julio que tomaría medidas para limitar la actividad de los 'tuk tuks', como la reducción a la mitad del número de vehículos, la creación de nuevas plazas de aparcamiento o la necesidad de una licencia para circular.
Sin embargo, el presidente de la Asociación Nacional de Conductores de Animación Turística (ANCAT), Federico Duarte Carvalho, aseguró a EFE que todavía no se están aplicando estas restricciones.
Duarte Carvalho explicó que desde 2015 piden a la alcaldía que regule la actividad, "precisamente para que la gente local no se sienta tan incomodada por los 'tuk tuks'" y para que los conductores puedan tener unas condiciones de trabajo dignas, que favorezcan los tours de calidad.
Preguntado por los requisitos para conducir estos triciclos motorizados, el presidente de la ANCAT explicó que sólo se necesita el carnet de conducir: "Si lo tienes, puedes empezar a circular mañana, ni siquiera te van a pedir un certificado de antecedentes penales".
La ANCAT sigue negociando con el Ayuntamiento lisboeta para acordar un marco legal definitivo para el sector, mientras que otros lugares donde los 'tuk tuks' se han convertido en un problema ya han aplicado medidas.
Es el caso de Oporto, donde el Consistorio ha prohibido su circulación en el centro de la ciudad tras la entrada en vigor, el pasado 1 de octubre, de un proyecto piloto que solo permite operar a las empresas autorizadas.
La actividad se vigila a través de cámaras distribuidas por la ciudad y los vehículos que incumplan las medidas serán multados si no cuentan con licencia, aunque su concesión se ha suspendido por el momento, al depender de un concurso público que ha sido impugnado judicialmente.
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