Está de moda una película que se titula El Hoyo. Está en la segunda versión. Y tiene verosimilitud con la situación que lleva atravesando el Real Jaén en Tercera. Es ese hoyo profundo donde parece que no se sabe cómo se sale. Esa es la sensación que comenzó desde los primeros minutos en el campo de la Federación Granadina de Fútbol, donde el Real Jaén saltó al campo escuchando a Saiko o a los DJ’S de la Bresh posterior porque el equipo volvió a verse sorprendido en el inicio de partido con el tanto inicial del Arenas de Armilla y que le obligó a tener que tomar el control del partido con ansiedad por ir detrás en el marcador en un terreno de juego estrecho y de unas dimensiones donde hay que fajarse y jugar de otra forma diametralmente opuesta a lo que se veía en el terreno de juego. Control de balón pero sin ruido y sin nueces porque las ocasiones de peligro solo las ponía el Arenas de Armilla con Juan Carlos, Moleón o Cabello. Cortaban la respiración con los balones al área de los granadinos mientras el Real Jaén moría en el juego interior, sin claridad de ideas y sin un plan que le permitiera reactivarse.
Una falta en la frontal del área le comenzó a cambiar la vida al Real Jaén, porque estaba mirando en el hoyo a lo más profundo para caerse sin remedio. Ahí la cogió el Messi del Real Jaén, que no es otro que Óscar Lozano, muy vigilado y tapadísimo hasta entonces, pero el impacto salvaje que le dio al balón, se coló por la escuadra para firmar el empate a la media hora de un partido donde el Real Jaén solo mostraba un estilo timorato y sin ideas. Pero esto del fútbol tiene otros factores como el que llegó poco después cuando Juan Carlos, ex jugador del club de La Victoria, soltó el brazo tras ganarle la posición a Lozano y lo tumbó en el suelo con el impacto. Roja directa. A partir de ahí, el Real Jaén respiraba pero hasta Muñiz pudo ver la segunda amarilla tras tocar un balón con la mano y protestarle airadamente al colegiado. El Arenas de Armilla no se desarmó tras la expulsión y se fue con un empate más que merecido al vestuario, pero que podría ser con algún tanto más en su casillero. El Real Jaén, solo gracias a Lozano se sostuvo en un partido en el que no estaba mereciendo un premio tan grande como el gol, pero la finura y la clase del motrileño la tienen pocos.
La reanudación trajo cambios y ajustes. El Real Jaén apostaba por los dos puntas con la entrada de Agus Alonso, y la precaución de dejar en la caseta a Muñiz para que saliera Awusi para barrer desde atrás. Era la fórmula para buscar la salida del hoyo. El Arenas se organizaba para tratar de conservar el punto, pero sin renunciar a la posibilidad de buscar fortuna en alguna oportunidad de gol en el área rival. Desgranando el partido, los blancos estaban más fríos que el ambiente porque solo el disparo de Lozano en el gol fue la única ocasión potable. Cargar el área era la filosofía blanca mientras los minutos pasaban y el Arenas cerraba cualquier vía de acceso y tenía problemas para proyectarse en ataque con uno menos. Le duraba poco la pelota, pero el tiempo seguía pasado con la rémora de que el Real Jaén no era capaz de tirar a puerta para buscar el tanto del triunfo.
La jugada de estrategia con un balón que era un dulce en el corazón del área en la falta que sacó Adri Paz le ponía a Agus Alonso un balón que tras el remate se colaba en la portería rival adelantando al Real Jaén y dejando por delante muchos minutos para poder matar el partido. Lo hizo Adri Paz en el lanzamiento de una falta de manera magistral que provocó el de siempre, Óscar Lozano. Ahí estaba el partido ya muerto por completo mientras el Arenas buscaba con más corazón que cabeza alguna acción que lo hiciera animarse, pero estaba el Real Jaén subiendo escalones en el hoyo de Tercera en un complicado partido, donde sus goles fueron a balón parado, donde se rehízo del 1-0 de Moleón y donde en el segundo tiempo fue único dominador del partido con un jugador más, aunque hasta Javi Sánchez tuvo que aparecer para detener dos duros disparo que podría haber metido al Arenas en la búsqueda del empate.
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