Rota

El CD Rota sale de un aprieto a costa de un Álex Bernal de otro planeta (3-1)

Con uno menos sobre el campo durante toda la segunda mitad, el CD Rota supo revertir la situación para celebrar, frente al Arcos CF, la primera victoria en casa

Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Álex Bernal celebra el primer gol del CD Rota junto a Joselito Pérez -

El CD Rota no ha tardado en celebrar su primer triunfo en casa de la temporada. Estuvo cerca de hacerlo en el estreno ante el Ciudad de Cádiz, aunque la siguiente oportunidad que se le presentó, no la desaprovechó. Superó al Arcos CF por 3-1 en un encuentro que, pese a que parece que se resolvió de forma cómoda para el cuadro verderón al echar un primer vistazo al resultado, lo cierto es que la realidad no pudo ser más distinta. Lo pareció en un principio, donde Álex Bernal adelantó al CD Rota enviando un cabezazo a la red tras un centro servido con música por Joselito Pérez desde la banda. El marcador apenas marcaba el minuto tres de partido, pero, lo que pareció un inicio de partido arrollador, se terminó disipando en favor de un Arcos CF, en parte, porque supo sacar los colores a una imprecisa defensa verderona. Un envío a la espalda de los centrales, a los diez minutos de partido, puso el empate. Carretero, ex del Rota, entró sin ser detectado para batir a Nico que no pudo hacer nada, más que lamentar un error flagrante de los suyos. El delantero no perdonó… pero tampoco olvidó. No olvidó su pasado verderón, por lo que, en una señal de respeto que le realza como persona, no celebró el gol del empate.

Lo que también se alzó fue la moral de los visitantes que, con el paso de los minutos, comenzaron a conquistar terreno sobre el campo hasta ese momento teñido de claro color verderón. El Arcos empezó a apoderarse de la pelota buscando un fútbol marcado por la posesión, aunque de la única forma en la que fue capaz de ocasionar algún tipo de daño a su rival fue, como en la acción del primer gol, a través de los envíos al hueco. Esta vez, el daño no fue letal en forma de gol en contra, aunque causó una baja importante en forma de expulsión. Nico, solo de nuevo ante Carretero, se vio obligado a derribarle para terminar viendo la roja a pocos minutos para el descanso. Un revés durísimo que puso todo cuesta arriba para el Rota, mermado con un efectivo menos sobre el campo. Tendría que remar contracorriente durante toda una parte para evitar la debacle y poder conservar el valor de un punto que, en esas circunstancias, se podría haber firmado para darlo por bueno; porque la victoria era algo realmente difícil de imaginar. El Arcos, en su caso, solo tenía que apretar un poco más, exigir al Rota hasta llevarle a la extenuación y rematar con el estacazo final para sellar los tres puntos en el Antonio Pazos ‘Monago’.

Una teoría que, tras el descanso, fue incapaz de llevar a la práctica. En parte, porque no contempló en su planteamiento, la idea de que el Rota se rearmaría de la manera en la que lo hizo hasta construir una fuerte resistencia. Ni tampoco contó, mucho menos, con la irrupción de un Álex Bernal que demostró no ser de Primera Andaluza. El delantero roteño exhibió unas cualidades de superdotado para matar al Arcos a través de una zancada poderosísima y un talento natural para encarar que fueron nota dominante durante todo el encuentro, aunque fue en esta situación crítica para el Rota cuando Álex Bernal más se echó el equipo a la espalda para llevarlo hasta la victoria. Vuela como una mariposa, pica como una abeja. Como si estuviese parafraseando al mítico Muhammad Ali, el delantero roteño provocó un penalti que él mismo transformó para poner el 2-1. Un tanto que hizo saltar la chispa en un banquillo del Arcos convertido en polvorín, ante la incapacidad de encontrar una explicación lógica a cómo una situación tan favorable se pudo revertir en tan solo un momento. La respuesta pasa por la calidad individual que, más en una categoría como esta, marca la diferencia de una manera abismal. Aun así, el esfuerzo inconmensurable de Álex estuvo a punto de caer en saco roto, en una situación de mano a mano que recordó por un momento a la acción de la expulsión de Nico en la primera parte. Alvarado, esta vez en la portería, tuvo ese recuerdo presente en todo momento y encogió la pierna para evitar el contacto con el delantero que, al final, se terminó haciendo el lío y Manu Macías apareció de la nada para rebañar el cuero. Antes, Porrúa, que había salido en el descanso para el Arcos, también había tenido una ocasión frente a la la portería vacía que hubiera puesto todo de nuevo de cara para los visitantes. Pero la terminó fallando. Así lo quiso el destino. Lo quiso porque, en las películas, siempre se impone el bien al mal. Siempre supera el héroe al villano. No porque el Arcos representara algún tipo de mal. Todo lo contrario. El equipo arcense demostró en todo momento una deportividad excepcional. El respeto demostrado por Carretero en la celebración, tan solo fue un punto más en favor de una entidad que, en valores, puede ser tomado como referencia en cada escuela de fútbol. Pero en esta película sí que hubo un héroe, no vestido con capa, pero sí con camiseta de color verderón. El héroe de una película que debía acabar con final feliz.

Al final, Álex Bernal no pudo convertir su hat-trick para terminar de cerrar una actuación memorable, porque, con el Arcos volcado arriba en busca del empate, José Rodríguez prefirió culminar la acción por su cuenta para terminar fallando, antes de cederle el balón para que solo lo tuviera que empujar. La oportunidad perdida se pudo terminar lamentando, no por el hat-trick de Álex que en ese momento era lo de menos, porque el partido no estaba, en ese momento, ni mucho menos cerrado. El Arcos continuó persistiendo ante la portería defendida por un Alvarado en todo momento muy seguro, que tuvo que aparecer en alguna ocasión para conservar la ventaja, mientras sus compañeros continuaban empeñados en matarlo, a medida que agonizaba un partido con un descuento que se prolongó hasta la eternidad.

Carmelo, en una arrancada poderosa que le llevó a plantarse en el área rival, terminó entregándole el balón a Raúl Segura, que marcó el tercero para desatar la locura, y la calma, a partes iguales en el Antonio Pazos ‘Monago’. El Rota pudo colocar el lazo, así, a un paquete que guardaba un objeto de inmenso valor en su interior: tres puntos; los tres primeros de la temporada en casa, ante una afición volcada con su equipo en una relación de sintonía total, que vibró con el pitido final.

La próxima jornada le tocará al CD Rota salir a carretera, para enfrentarse al Barbate CF en busca de tres nuevos puntos que le permitan afianzarse en la zona noble de la tabla donde permanecerá, al menos por una semana, como merecido colíder de la Primera Andaluza junto al Jerez Industrial y la UD Roteña

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN