La inactividad física es uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por enfermedades no transmisibles. Las personas que no hacen suficiente ejercicio presentan un riesgo de mortalidad de un 20 por ciento a un 30 por ciento superior a las que son suficientemente activas. Pero lo cierto es que no todo el mundo puede realizar algún deporte de manera continua y casi diariamente como recomiendan las sociedades médicas.
Las pautas recomiendan al menos 150 minutos de actividad física moderada a intensa por semana para la salud general. Sin embargo, entre las personas que cumplen estas recomendaciones, ¿experimentan más beneficios quienes hacen ejercicio entre 20 y 30 minutos la mayoría de los días de la semana que los que pasan 5 o 6 días sin hacer nada, pero uno o dos días con sesiones de ejercicio más prolongadas?
Investigadores del Hospital General de Massachusetts en EEUU descubrieron hace tiempo que realizar las cantidades semanales recomendadas de actividad física puede reducir el riesgo de una amplia gama de afecciones, ahora han analizado si esos beneficios son los mismos si el ejercicio se concentra en uno o dos días o se distribuye a lo largo de la semana.
La principal conclusión es que las personas a quienes les resulta difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio durante la semana laboral pueden concentrar su actividad física moderada a vigorosa en uno o dos días de la semana o el fin de semana. Y la segunda es que, esta actividad física que ellos definen el 'guerrero de fin de semana', puede ayudar a proteger contra más de 264 enfermedades futuras.
Las pautas recomiendan al menos 150 minutos de actividad física moderada a intensa por semana para la salud general. Los resultados, que se publicaron en 'Circulation', señalan que si se concentran en un día o dos también vale. Por tanto, si quieres tener los mismos beneficios que entrenando regularmente (unos 20 a 30 minutos mínimo cada semana), los investigadores recomiendan hacer dos horas y media de actividad de moderada a vigorosa en un día o en dos, en caso de repartirlo se recomienda hacer al menos la mitad del tiempo el primer día.
"Aquí, mostramos los posibles beneficios de la actividad física de fin de semana para el riesgo no solo de enfermedades cardiovasculares, como hemos demostrado en el pasado, sino también de enfermedades futuras que abarcan todo el espectro, desde afecciones como la enfermedad renal crónica hasta trastornos del estado de ánimo y más", afirma el coautor principal Shaan Khurshid, miembro del cuerpo docente del Centro Demoulas para Arritmias Cardíacas del Hospital General de Massachusetts.
"Se sabe que la actividad física afecta el riesgo de muchas enfermedades", señala Khurshid, quien junto con el coautor principal Patrick Ellinor, jefe interino de Cardiología y codirector del Corrigan Minehan Heart Center en el Hospital General de Massachusetts, y sus colegas analizaron información sobre 89.573 personas en el estudio prospectivo UK Biobank.
Para la investigación usaron acelerómetros de muñeca que registraron su actividad física total y el tiempo dedicado a diferentes intensidades de ejercicio durante una semana. Los patrones de actividad física de los participantes se clasificaron como guerreros de fin de semana, regulares o inactivos, utilizando el umbral basado en las pautas de 150 minutos por semana de actividad física moderada a vigorosa.
Entre los participantes, el 33,7% eran inactivos (menos de 150 minutos de actividad física moderada a vigorosa por semana), el 42,2% eran guerreros activos de fin de semana (al menos 150 minutos con al menos la mitad logrado en 1 o 2 días) y el 24,0% eran activos regularmente (al menos 150 minutos con la mayor parte del ejercicio distribuido en varios días).
Después, el equipo buscó asociaciones entre los patrones de actividad física y la incidencia de 678 afecciones en 16 tipos de enfermedades, incluidas las de salud mental, digestivas, neurológicas y otras categorías.
Los análisis de los investigadores revelaron que los patrones de actividad física regular y de fin de semana se asociaban con riesgos sustancialmente menores de más de 200 enfermedades en comparación con la inactividad. Las asociaciones fueron más fuertes para las enfermedades cardiometabólicas como la hipertensión (riesgos 23% y 28% menores durante una mediana de 6 años con el fin de fin de semana y el ejercicio regular, respectivamente) y la diabetes (riesgos 43% y 46% menores, respectivamente). Sin embargo, las asociaciones también abarcaron todas las categorías de enfermedades analizadas.
"Nuestros hallazgos fueron consistentes en muchas definiciones diferentes de actividad del 'guerrero de fin de semana', así como en otros umbrales utilizados para categorizar a las personas como activas", afirma Khurshid.
Los resultados sugieren que la actividad física es beneficiosa en general para reducir el riesgo de enfermedades futuras, especialmente enfermedades cardiometabólicas. "Dado que parece haber beneficios similares para la actividad física de fin de semana en comparación con la actividad regular, es posible que lo que más importe sea el volumen total de actividad, más que el patrón", añade Khurshid.
"Se justifican futuras intervenciones que prueben la eficacia de la actividad concentrada para mejorar la salud pública, y se debe alentar a los pacientes a participar en una actividad física que cumpla con las pautas recomendadas utilizando cualquier patrón que pueda funcionar mejor para ellos", añade.
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