Los expertos apuntan que más del 80% de la población en edad adulta tendrá sobrepeso en 2030. “Actualmente tenemos el enemigo en casa: el frigorífico. La mayor parte de la población come mucho más de lo que gasta y esto nos lleva a una elevada tasa de obesidad, especialmente en poblaciones occidentales, donde ya una de cada tres personas tiene sobrepeso”, advierte el doctor Antonio Esteban, jefe del servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Málaga.
Ligado a este incremento en el peso, aparecen y se desarrollan los tan temidos factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, diabetes mellitus y colesterol. “Lo más alarmante y llamativo es que todos estos riesgos son modificables. La situación actual con respecto a la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular en la población española dista mucho de lo que podríamos considerar como bueno, puesto que la hipertensión arterial y la dislipemia alcanza cifras por encima del 30% en amplios grupos de edad y sexo. Además, entre los 61 y los 75 años el 29,8% de las mujeres y el 42,4% de los varones presentan diabetes tipo 2”, apunta el cardiólogo.
Como no, hablar de la causa más prevenible de muerte en el mundo: el tabaco. Más de 1.300 millones de personas consumen tabaco en todo el mundo y se pronostica que el tabaco causará más de 1.000 millones de fallecimientos en el siglo XXI.
Pero la parte buena, reitera el doctor Esteban, es que todo lo anterior es modificable si nos ponemos a ello. Solamente con dejar de fumar y con hacer ejercicio físico con regularidad podemos mejorar de una forma muy sustancial los riesgos anteriormente expuestos.
El Hospital Quirónsalud Málaga y concretamente el Servicio de Cardiología quiere poner de su parte y desarrollar una campaña de información y concienciación durante el próximo mes con motivo del Día Mundial del Corazón, que se conmemora el 29 de septiembre. Es de sobra sabido que la principal causa de muerte a nivel mundial son las enfermedades cardiovasculares; el 30% o, lo que es lo mismo, una de cada tres personas morirá en el mundo por un evento cardiovascular. Con estas alarmantes cifras, no parece que esté calando lo más importante: la prevención.
“Compartimos con el mundo que hacemos cateterismos en la fase aguda del infarto agudo de miocardio entrando por una arteria pequeñita de la muñeca del paciente y somos capaces de abrir la arteria cerrada y posteriormente apuntalarla con un stent. El paciente está en casa en 24 horas y parece que no ha pasado nada, cuando antiguamente se requería de una cirugía a corazón abierto, quedándose el paciente en el hospital al menos una semana. Somos capaces de poner marcapasos y desfibriladores que evitan la muerte súbita y además seguimos remotamente con dispositivos que el paciente tiene en casa y nos mandan información en tiempo real al hospital si aparecen problemas. Ponemos válvulas cardíacas entrando por una arteria de la pierna sin necesidad de abrir el pecho como antaño, pero también sabemos desde hace mucho tiempo que los principales factores que determinan la salud y reducen la mortalidad es actuar sobre el entorno y sobre el estilo de vida”.
Los factores que determinan fundamentalmente nuestra salud son el estilo de vida (43%) y el entorno y nuestro medio ambiente (29%). Entre ambos suman el 72%. Por lo que es ahí, en promover estilos de vida saludables donde más deberíamos insistir. “Así que háganme caso, pónganse unas zapatillas y salgan a pasear y a hacer ejercicio físico”, sentencia el doctor Antonio Esteban.
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