El joven acusado de asesinar con una puñalada en el corazón a un joven de 19 años, al que previamente estuvo a punto de atropellar en un paso de peatones en la localidad malagueña de Estepona en noviembre de 2020, ha reconocido los hechos pero ha alegado que fue un error y que no tenía intención de matarlo.
El juicio con jurado ha comenzado este lunes en la Audiencia Provincial de Málaga y el procesado ha mantenido que había estado toda la noche sin dormir, que había consumido alcohol y drogas y que aunque se bajó del coche con una navaja no quería matarlo, que hubo un forcejeo y en él la navaja se debió abrir y no se dio cuenta de que lo había herido.
En el relato acusatorio, al que ha tenido acceso EFE, se indica que la víctima le recriminó que estuviera a punto de atropellarlo pero el acusado, un ciudadano británico de 21 años, le respondió con la bocina del coche y seguidamente siguió su camino en su vehículo, aunque posteriormente el procesado decidió volver a por él y acabar con su vida.
Esta versión difiere con la del acusado que mantiene que la víctima se metió con su novia y que por eso él se bajó del coche, que la víctima tenía la mano en el bolsillo todo el rato y que le preocupaba si tenía algo y que por eso cogió la navaja, que portaba en el vehículo.
El fiscal pide una condena de 16 años por el homicidio, petición que eleva la acusación particular a 23 años al considerar que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con el agravante de abuso de superioridad y la alevosía.
El procesado también está acusado tanto por el fiscal como la acusación particular de un delito de hurto de placas de matrículas y falsedad en documento oficial, mientras que la defensa pide que solo sea condenado a tres años y ocho meses por homicidio con los atenuantes de haber ingerido alcohol, drogas y por reparación de daño.
La acusación particular mantiene que la discusión de tráfico fue presenciada por un vecino que le preguntó a la víctima si lo conocía y le contestó que no, y siguió con sus compras sin pensar que más tarde iba a volver a buscarlo.
El acusado supuestamente lo buscó por la zona y, cuando lo encontró, aceleró el coche y provocó que otro vehículo que iba por la vía tuviera que frenar para evitar una colisión.
Cuando llegó a su altura, el coche derrapó al frenar de golpe y la víctima se vio sorprendida y sin posibilidad de defensa, momento en el que el acusado se bajó del vehículo, no sin antes coger un arma blanca que portaba.
Experto en boxeo
Sin mediar palabra "y a traición", según la acusación, primero le propinó una patada profesional, abusando de su condición física y sus conocimientos de boxeo, técnica de combate de la que es entrenador personal, para evitar cualquier defensa por parte de la víctima y, tras varios puñetazos, le apuñaló directamente en el corazón, sin posibilidad de defensa.
La acusación particular, ejercida por la letrada Rocío Amigo, destaca en su escrito acusatorio, al que ha tenido acceso EFE, que el joven no podía esperar en modo alguno el sorpresivo ataque por un incidente menor previo ni que el conductor tras dicho enfrentamiento verbal fuera a volver para atacarle minutos más tarde.
La abogada señala que el joven recibió el ataque de manera inesperada cuando se encontraba tranquilamente haciendo sus compras, sin figurarse que iba a ser objeto de la agresión y además con el agravante de la condición física del acusado y sus conocimientos expertos de boxeo.
Una vez apuñalado, lo dejó tirado en el suelo, desangrándose, y murió.
La madre de la víctima también ha declarado este lunes y durante el juicio, entre sollozos, ha asegurado que su hijo solo bajó a por detergente de la lavadora porque ella se lo había pedido, que era un niño tranquilo que nunca había participado en peleas ni altercados.
El agresor, que ya había sido detenido en una ocasión previa por tráfico de drogas y también fue sancionado por portar un arma blanca, huyó y tras un plan premeditado de ocultación y huida, se deshizo de la navaja, llevó a su novia a casa de sus padres, limpió el coche y tras sustraer unas placas de matrículas, las cambió por las suyas y encargó a una empresa el traslado de su vehículo a Inglaterra, donde escapó en avión vía Portugal, hasta que fue detenido.
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