En el punto de mira después de que haya salido a la luz el miedo que tendría a abandonar Cantora para mudarse a Madrid por si su hijo Kiko Rivera entra en la finca aprovechando su ausencia y la destroza, Isabel Pantoja protagonizaba el pasado 7 de septiembre un momento inolvidable con Shaila Dúrcal. Zanjando los rumores de mala relación que le persiguieron durante años con Rocío Dúrcal, la tonadillera invitaba a su hija a su concierto en Valencia, y ambas enloquecían al público al cantar 'Garlochí' y bailar juntas y derrochando complicidad la coreofragía de la canción creada por Anabel Pantoja.
Ahora Shaila ha reaparecido en el íntimo de Pablo López en el Teatro Kapital para celebrar su 30º aniversario y nos ha contado cómo fue su reencuentro con Isabel y todo lo que pasó en el camerino y no vimos. "Muy contenta porque fue una experiencia maravillosa. Llegué aquí extasiada, con una cantidad de recuerdos también... Lloré mucho también, me acordé mucho de mi madre, de la época maravillosa de las grandes artistas. Lloramos juntas, recordamos grandes anécdotas porque tenían muchos amigos en común, en México, aquí en España, empezando por Luis Sanz, el que descubrió a mi madre, Y eso es lo más bonito, poder recordar y, no sé, eso te hace sentir como más cerca de mami" ha confesado emocionada y muy agradecida a Pantoja por haberle hecho recordar tantas cosas de su madre.
Además, Shaila ha querido desmentir los rumores de que se sintió molesta porque Isabel nombrase a Anabel Pantoja sobre el escenario, como queriendo quitarle protagonismo al 'Garlochí' que cantaron juntas: "Yo creo que eso es porque quieren inventar cositas donde no las hay, la verdad". "Fue una experiencia maravillosa. El poder subirme al escenario con ella fue una experiencia maravillosa, fue la guinda del pastel. No iba con la intención más que de convivir con ella, de disfrutar su concierto porque son 50 años de carrera y es algo muy bonito, ya no tenemos esos grandes y creo que hay que celebrarla muy bien, como merece, como artista española que es" asegura, defendiendo la figura de la viuda de Paquirri.
En uno de los momentos más dulces de su vida, la hija de Rocío Dúrcal y Junior nos ha contado que acaba de estrenar una nueva canción que es "tema principal de una telenovela mexicana, que ojalá la pongan por aquí porque me encanta. Está buenísima, no es porque haya cantado yo la canción, pero está muy buena". "México siempre forma parte de mi vida, por mi madre y por mi familia mexicana también. Mi marido, efectivamente, y mi familia también por parte de mi padre. Y tengo la bendición de poder estar ahí siempre compartiendo, como dicen, soy la española más mexicana" afirma orgullosa, adelantando que ahora está grabando con Mariachi un disco de música regional mexicana.
A caballo entre el país azteca y Madrid, la casa que perteneció a sus padres y en la que ahora vive ella en la localidad de Torrelodones está muy cerquita de la de Camilo Sesto. Y a pesar de que conoce hace muchos años al hijo del recordado cantante, Camilo Blanes -que ahora se hace llamar Sheila Devil- la artista nos ha contado que no sabe cómo se encuentra y si ha logrado salir de la espiral de autodestrucción en la que entró el año pasado: "No he hablado con él últimamente, pero bueno, hablé con él cuando falleció su papi, siempre intentamos recordar esos momentos bonitos. Siempre, siempre los vamos a llevar en el corazón y me encanta porque me he criado con él y lo quiero mucho, siempre, de mucho amor. Lo quiero mucho y eso es lo que me importa, que esté bien, eso es lo que quiero".
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