Los trabajos para la rehabilitación de la torre de la Catedral de Granada, que comenzaban a finales del pasado agosto, y que serán la base para que el templo metropolitano pueda abrir un mirador panorámico sobre la ciudad, se extenderán por algo más de un año, centrándose además en la restauración de la piedra y en la limpieza de campanas.
Tras el montaje hasta agosto del gran andamiaje que la cubre, las tareas de recuperación de la torre van a conllevar la limpieza de la fachada y la consolidación de la piedra, según ha informado el Arazobispado de Granada en una nota de prensa este miércoles.
También la solución "a la cubierta invertida con la instalación" del mirador. A medida que se vayan completando estas tareas en los distintos cuerpos de la torre se irán desmontando los andamios que la cubren, han detallado desde la archidiócesis.
En la torre se van a retirar "las reintegraciones de mortero de cemento de intervenciones pasadas, en los tres niveles que la componen y en sus cuatro fachadas". Precisamente, la gran porosidad de la piedra, una arenisca de la localidad de Escúzar, permitió una construcción ágil al pesar poco y ser fácil de tallar. Sin embargo, con el paso del tiempo "esta cualidad ha sido su mayor enemiga, al mostrarse vulnerable a la acción del viento, el frío o las heladas".
El proyecto por tanto contempla no sólo la consolidación de la piedra en el exterior de la torre, sino también la eliminación de un problema de conservación, debido a la configuración de la cubierta invertida presente en la coronación de dicha torre.
Deficiente plano de cobertura que no impide el acceso de agua de lluvia en el interior de la torre, generando infiltraciones a los niveles inferiores desde tiempos pasados, afectando a la correcta conservación de estos espacios, en opinión del arquitecto Diego Garzón, autor del proyecto junto a Pedro Salmerón, conservador de la Catedral de Granada.
Fruto de estos trabajos en la torre, con la autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, la cubierta invertida se convertirá en una terraza plana en la coronación de la torre, un mirador al que podrá acceder el público integrando la torre como un atractivo más de la visita cultural a la Catedral.
Será "una visita alternativa a este punto icónico del conjunto catedralicio en el que el visitante ascenderá sus 56 metros (equivalente a un edificio de 20 plantas) poco a poco, descubriendo las distintas plantas presentes en el interior de la torre, donde podrá conocer la antigua sala de Cabildo alto, las viviendas de los campaneros desde inicios del siglo XVII o el cuerpo de campanas, teniendo como punto culminante el citado mirador de remate".
Ese mirador dará acceso a la contemplación de toda la ciudad de Granada en una panorámica de 360º, convirtiéndola en un punto central de la ciudad de Granada bajo la nueva administración de los Reyes Católicos, como ha detallado Garzón.
Con imágenes únicas como la contemplación "cara a cara" de la Torre de la Vela y la Catedral, hasta comprobar los límites que ofrece el paisaje circundante con las estribaciones de la Sierra de Elvira, la Vega, Sierra Nevada, o el propio barrio del Albaicín, el mirador tendrá "una de las mejores ubicaciones para contemplar una bella estampa de la ciudad".
FILTRACIONES DE HUMEDAD
La construcción del mirador solucionará los problemas de filtraciones de humedad, "generando un plano horizontal coincidiendo con aquel en el que se apoyaba el último tramo de la torre, desmontado con celeridad por el arquitecto Ambrosio de Vico a finales del siglo XVI por los problemas de estabilidad y hundimiento que acusaban los cimientos", ha explicado el arquitecto, en referencia al último cuerpo de la torre que muchas personas piensan erróneamente que está inacabada.
En respuesta a aquella circunstancia un conjunto de técnicos aprobó la mejora de sus cimientos junto a la eliminación de peso, desmontado el último cuerpo de ocho caras que remataba en altura la torre hasta alcanzar casi 80 metros, a la par que se sustituían las bóvedas de piedra de los pisos interiores por forjados de madera más ligeros.
El proyecto también incluye la limpieza de las campanas, así como la recuperación del interior, donde se halla la que fuera vivienda del campanero Juan Garzón, el último de ellos activo hasta hace apenas unos años. Desde el primer piso de la torre se puede ver el interior de las naves de la catedral, una "vista inédita a 20 metros sobre el suelo de las naves en la que el visitante podrá valorar el arranque de las bóvedas o el orden gigante de los pilares que sostienen las naves del templo".
FINANCIACIÓN DEL PROYECTO
Este ambicioso proyecto que ahora arranca se inicia en una primera fase con la restauración integral de la envolvente exterior de la torre y mirador con un coste que supera 1,2 millones de euros, sufragado en solitario por el Arzobispado de Granada y su Catedral, aunque para completar las acciones previstas en el interior se espera encontrar ayuda en la financiación de los mismos, "apoyo que la Administración central y autonómica ha prestado a las vecinas catedrales de Málaga, Almería o Jaén en la restauración de sus cubiertas, torre o vidrieras", han indicado desde la archidiócesis granadina.
El proyecto de Restauración de la torre de la catedral fue aprobado por la Comisión Provincial de Patrimonio en julio de 2023. Ahora, se acometen estos trabajos en su torre, que son el inicio de más proyectos que, en la medida de las posibilidades económicas, se irán afrontando, para recuperar el esplendor de un edificio que está celebrando sus 500 años de "historia viva de fe cristiana".
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