El Juzgado de lo Penal número 3 de Granada juzgará el próximo 23 de septiembre al ciudadano italiano de 36 años detenido por un caso de violencia de género sobre su pareja, a la que la Policía Nacional liberó de su domicilio después de tres días encerrada y de que él la maltratara física y psicológicamente.
El hombre está investigado por un presunto delito de maltrato, coacciones y vejaciones, según han destallado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y mientras se celebra el juicio ha sido puesto en libertad provisional, pero deberá cumplir una orden de alejamiento respecto de su pareja y llevará una pulsera telemática para garantizar el cumplimiento de la medida.
El detenido compareció este pasado lunes ante el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada. Al no conformarse con la petición de pena solicitada para él por la Fiscalía se acordó que fuera juzgado el próximo día 23 en el Penal de Granada, según han detallado las mismas fuentes.
Su detención se ha producido después de que la Policía Nacional de Granada recibiera varias comunicaciones, por diversas vías, sobre una posible detención ilegal de una mujer. Tanto familiares como amigos de la víctima, informaban de que no habían podido contactar con ella desde hacía varios días.
Una vez localizado el domicilio de la pareja de hecho, agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer junto con otros del Grupo de Atención al Ciudadano se personaron allí y hallaron evidencias de que se encontraba habitado.
No obstante, nadie abría la puerta ni contestaba a los insistentes requerimientos policiales. Además, llegaron a escuchar una voz de mujer que "reclamaba ayuda" y finalmente, consiguieron acceder al interior donde liberaron a la joven y detuvieron al varón, según detallaron el lunes desde la Policía Nacional.
Según los datos de la investigación, la mujer habría sido maltratada física y psicológicamente por su pareja durante los últimos meses, llegando a "aislarla de su entorno" con el que sólo podría "contactar en su presencia ya que únicamente disponía del teléfono móvil de él".
La violencia ejercida sobre la mujer habría ido en aumento, siendo insultada, amenazada y golpeada en diversas partes de su cuerpo, llegando, en los últimos tiempos, a "prohibirle salir del domicilio donde la mantuvo encerrada durante tres días hasta ser liberada por los agentes de la Policía Nacional".
Al arrestado, que cuenta con una detención anterior por un hecho que nada tiene que ver con la presente investigación, también le figuran antecedentes policiales de violencia de género con una víctima anterior.
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