Nada menos que Henri Cartier-Bresson, Eve Arnold, Bruce Davidson, Elliott Erwitt, Ernst Haas, Cornell Capa, Inge Morath, Erich Hartmann y Dennis Stock se encargaron de la cobertura gráfica de un rodaje que estuvo lleno de problemas derivados tanto de los escenarios elegidos por Huston como de las situaciones personales de sus intérpretes.
Una situación que queda magníficamente plasmada en las imágenes que recoge "The Misfits. Story of a shoot" ("Vidas rebeldes. Historia de un rodaje"), que acaba de publicar Phaidon en su versión inglesa en España.
Un libro que resumen en 200 imágenes el agotamiento de Marilyn Monroe, su distanciamiento de Arthur Miller -a la sazón guionista del filme-, la fragilidad física de Clark Gable o el inevitable declive de Monty Clift.
Fotografías en blanco y negro capaces de expresar la agitación de unos actores, que trasladaron a sus personajes todo el peso existencial que les abrumaba en la época del rodaje. Y acompañadas de textos del director de la Filmoteca Francesa y exdirector de la revista "Cahiers du cinema", Serge Toubiana
También incluye una entrevista con Arthur Miller, que cuenta cómo decidió escribir el guión después de que su mujer sufriera un aborto en 1957 -que le impediría volver a quedarse embarazada- y para que pudiera demostrar a los jefes de los grandes estudios su talento para los personajes más dramáticos.
Aunque el papel de Roslyn, la joven divorciada que se convierte en el deseo de todos los personajes masculinos de la historia, sí demostró el talento de Monroe, el rodaje del filme sirvió para evidenciar la enorme distancia que separaba a la pareja.
Una tremenda foto de Bruce Davidson muestra a la actriz sentada, mientras la retocan el peinado, y a su lado un Arthur Miller que mira al vacío, ausente totalmente de lo que ocurre a su alrededor.
Imágenes que demuestran la separación del matrimonio. Y otras que inciden en la fragilidad de la actriz, como la que muestra a una agotada Marily Monroe durmiendo en una improvisada cama, al sol, en medio del rodaje, o la que la exhibe, concentrada y sola, en el desierto, preparando el papel.
Marilyn es sin duda la protagonista de un libro, como lo fue de la película y de un rodaje en el que fue un espíritu rebelde, como recuerda la fotógrafa Inge Morath: "Podías ver fácilmente que Marilyn estaba causando problemas. Siempre llegaba tarde, lo cual no era divertido para los demás, y el filme se estaba retrasando mucho. Pero cuando llegaba, ¡todos estaban encantados de verla!.
"Tomaba pastillas para dormir y para despertarse por la mañana...Parecía estar aturdida la mitad del tiempo. Pero cuando era ella misma, podía ser maravillosamente eficaz. No estaba actuando, no simulaba las emociones, era algo real", en palabras de Huston.
Tan sólo 19 meses después, Monroe moría en circunstancias aún no del todo aclaradas. No tuvo tiempo para finalizar su siguiente película, por lo que "Vidas rebeldes" queda para la historia como su última obra.
Al igual que la de Clark Gable, cuya fortaleza se desvaneció al día siguiente de acabar un rodaje. Sufrió un infarto y falleció diez días después de haber acabado la película, el 16 de noviembre de 1961.
El rodaje fue físicamente muy duro para el veterano actor, como muestran algunas de las fotos del libro y aunque tuvo momentos de relax junto a Marilyn, su cansancio vital se reflejaba en imágenes como la tomada por Eve Arnold, con un primer plano de un Gable exhausto con su caballo al fondo.
Y tampoco se libraba de los problemas el tercer protagonista de la película, Montgomery Clift, cuya participación estuvo en peligro ya que la compañía de seguros no quería incluirle en el rodaje.
Sin embargo, Huston consiguió que fuera aceptado y pese a sus problemas con la bebida y las drogas, su parte del rodaje se desarrolló en una anormal normalidad.
Pese a que era en apariencia el más débil, Clift sobrevivió a sus dos compañeros, aunque no mucho. Falleció en julio de 1966, cinco años después de finalizado el rodaje de "Vidas rebeldes".
Un rodaje duro, que se desarrolló en el desierto de Nevada, en unas condiciones bastante inusuales para tres estrellas que marcaron una época y que respondían con bastante exactitud al título del filme.
Porque pocas veces el título de una película reflejó también no sólo la historia narrada, si no a los actores que la interpretaban: "The Misfits", el título original, es, literalmente, "Los inadaptados".
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