Impulsada desde un arranque al ritmo de Lamine Yamal el día de su primer aniversario con la selección, encontrando el premio del gol en la calidad de Fabián, autor de un doblete, y el dulce sabor de la goleada tras un ejercicio de resistencia en inferioridad numérica con aportación decisiva desde el banquillo de Ferran Torres, España recuperó su identidad letal de la Eurocopa para tumbar a Suiza en su casa.
España recuperaba el brillo en un patatal, imponía la alegría y la verticalidad de su fútbol que le condujo al éxito en Alemania, exhibiendo pegada con dos goles que dejaban en el olvido la impotencia sentida en Belgrado, cuando una acción marcó el duelo. Embolo, que trajo de cabeza a la zaga con cada movimiento, fue derribado en un forcejeo con Le Normand cuando se encaminaba a su cita con David Raya. Pese a que el central tocó el balón abajo, el agarrón inicial fue suficiente para que el colegiado mostrase una roja que cambió el panorama.
Hasta entonces la belleza del duelo, el ritmo de ambas selecciones, era impropio de las alturas de temporada. Rodri recuperaba el mando de España y pese a estar lejos de una buena condición física en su primer partido desde que cayese lesionado en la final de la Eurocopa, simplemente su presencia aumentó el equilibrio y la seguridad.
La lluvia no ayudaba a mejorar el mal estado del campo pero España recuperó la alegría al ritmo de sus extremos. El día que se cumplía un año del estreno de Lamine Yamal, una aparición que cambió la realidad de la selección. Inventó el primer tanto cuando ya Joselu había avisado de que había un 9 rematador. Amagó con recorta con la zurda y sin tiempo de reacción para el defensa, inventó un pase tocadito de diestra a la cabeza del punta. La estirada estéril de Kobel sacó el balón ya dentro de su portería.
No había mejor noticia para el arranque del duelo entre las dos selecciones que mejor fútbol desplegaron en la Eurocopa, que convertir con rapidez, pero el dinamismo ofensivo no estuvo acompañado de seguridad defensiva. A España le faltó firmeza. Fue dañada con poco y a ya a los siete minutos se salvaba del empate por el VAR. Embolo avisaba a Le Normand de que era más rápido que él en carrera y su pase de la muerte lo mandaba a la red Omeragic libre de marca. Una mano de Freuler para frenar el regate de Yamal en el inicio del contragolpe, lo dejó en un primer susto.
A España le atrajo el intercambio de golpes. Laterales profundos con la entrada de Grimaldo como uno de los cuatro cambios de Luis de la Fuente, que probó suerte con un disparo lejano. Cuando pudo correr, siempre generó peligro con los puñales Yamal y Nico Williams que recortó de tacón, chutó raso y el rechace del portero fue un caramelo para que Fabián hiciera el segundo.
Se exhibía España ante un rival que nunca le perdió la cara al partido. Ni con bajas tan importantes como su referente Xhaka. Así encontró la expulsión de Le Normand en una primera parte frenética, después una falta al larguero de Amdouni, otro cerca de la escuadra de Omeragic. De la Fuente se vio obligado a sentar a Pedri para introducir a Vivian, rápido ante Embolo.
Aún tuvo esperanza de sorprender España cuando pudo encontrar el contragolpe con la amenaza de Yamal, que se encontró con la estirada de Kobel en su disparo cruzado en una acción que pudo rebajar el sufrimiento posterior. Akanji salvador en otra acción de Carvajal culminada con disparo de Joselu al rechace. El último mensaje español del primer acto porque Suiza, tras una gran parada de David Raya, encontró un premio merecido.
Fueron repetidos los errores de marcaje españoles en acciones a balón parado. Al minuto 41, tras un saque de esquina en el que Embolo explotó su superioridad en centímetros ante Carvajal en el primer palo, cabeceó para la aparición libre de marca en el segundo de Amdouni. La segunda parte prometía emoción.
Y de nuevo, como ocurrió en cada cita de la Eurocopa, De la Fuente acertó con los cambios. Con el riesgo de sentar en el descanso el desequilibrio asegurado con Yamal para aumentar la ayuda defensiva con la entrada de Ferran Torres. A España no le interesaba el ida y vuelta en un partido en el que perdía la posesión, un hecho que dejó de ser noticia cuando lo cambia por contundencia.
Inició un ejercicio de resistencia sin sufrimiento excesivo. Con un susto a los 58 minutos cuando llegó el empate, como no a balón parado en un despiste que acabó con Vivian intentando taponar un disparo que metió en su portería. Salvados por la visión del juez de línea que vio como la trayectoria del saque de esquina traspasaba la línea de fono.
Mejoró sus prestaciones defensivas la selección española que no volvió a conceder ni un disparo a su rival. Se centró en defender bien confiado que con el paso del tiempo aparecería la oportunidad al contragolpe y ahí interpretó un papel estelar Ferran Torres para premiar el compromiso en un partido de gran desgaste.
Restaban trece para el final cuando su carrera repleta de fe, encontró la misma en un centrocampista como Fabián que tuvo fuerzas para llegar a área rival y definir con calidad de zurda mandando a la lona las esperanzas suizas. Tres minutos después Ferran ensanchaba sus grandes números como internacional poniendo la firma al cuarto en otra transición en la que resolvió bien el mano a mano ante el portero para cerrar la goleada.
. Ficha técnica:
1 - Suiza: Kobel; Wüthrich, Akanji, Ricardo Rodríguez (Rieder, m.62); Omeragic, Zakaria (Sierro, m.62), Freuler, Aebischer (Monteiro, m.76); Amdouni, Vargas (Steffen, m.85) y Embolo (Duah, m.76).
4 - España: David Raya, Dani Carvajal, Le Normand, Laporte, Grimaldo; Rodri (Zubimendi, m.59), Fabián (Aleix García, m.82), Pedri (Vivian, m.28); Lamine Yamal (Ferran Torres, m.46), Nico Willians (Yeremy Pino, m.59) y Joselu.
Goles: 0-1, m.4: Joselu. 0-2, m.13: Fabián Ruiz. m.41: 1-2: Amdouni. 1-3, m.77: Fabián. 1-4, m.80: Ferran Torres.
Árbitro: Irfan Peljto (Bosnia). Mostró cartulina amarilla a Vargas (18), Freuler (52) y Wuthrich (53) por Suiza; y a Ferran Torres (70) y Carvajal (70) por España. Expulsó por roja directa a Le Normand a los 20 minutos.
Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada del Grupo A de la Liga de Naciones, disputado en el Stade Ginebra ante 26.265 espectadores.
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